De la estrategia con el PSOE a la lista de Puigdemont: arranca el congreso de Junts
El expresident quiere impulsar un gran espacio independentista liderado por él y sus personas de confianza
Este viernes empieza en Calella el congreso nacional de Junts, que blindará el poder de Carles Puigdemont y revalidará su estrategia con el PSOE. El congreso arranca con 354 enmiendas a las ponencias, la mayoría de las cuales, el 60%, sobre el proceso de elección de la nueva dirección. Puigdemont encabeza la única lista en la que ha colocado a sus personas de confianza, aunque una parte de la militancia solicita que se vote nombre por nombre.
La cúpula de Junts ha cambiado el sistema de elección para votar una lista cerrada e impedir así que la militancia pueda impugnar algunos nombres de la lista. Una clara maniobra para blindar a los afines de Puigdemont, que quiere ostentar el poder absoluto en esta nueva etapa del partido.
El congreso servirá también para redimensionar el papel de Laura Borràs, que asumirá la dirección de la nueva fundación del partido. La caída de Borràs no va en detrimento del pluralismo político del partido, que se amplía con la absorción de Demòcratas y el ascenso de Antoni Castellà. Puigdemont quiere que este congreso sea el punto de partida de la creación de un gran espacio independentista liderado por él.
La otra clave del congreso será la consolidación de la relación con el PSOE, iniciada con el pacto de investidura en noviembre de 2023. Hay una voluntad de reafirmar la estrategia de la confrontación, pero descartando una moción de censura contra Pedro Sánchez. En definitiva, un congreso para entronizar a Carles Puigdemont para que todo cambie sin cambiar nada.
Carles Puigdemont quiere un respaldo unánime
La lista única hace prever una victoria sin sorpresas para Carles Puigdemont, pero con esto no es suficiente. El expresident quiere un respaldo unánime de la militancia a su lista para despejar las dudas abiertas estos últimos meses sobre su liderazgo. Sobre el congreso planea la sombra del sector pragmático de Junts, que critica la deriva puigdemontista y pide un repliegue ideológico para volver a la vieja Convergència.
Pese a que Puigdemont sigue siendo indiscutible para muchos sectores, también hay quien le culpa del ciclo electoral negativo. Un ciclo que ha llevado a Junts a perder poder territorial y a quedar relegado a la oposición en el Parlament.
Puigdemont quiere dar un golpe de la mesa y obtener un contundente resultado que acabe con el debate. Volver a la presidencia del partido le permitirá tener más presencia en la política catalana a partir de ahora. También quiere ejercer un poder de mando absoluto, y por eso se rodeará de personas leales como Míriam Nogueras, Josep Rius, Salvador Vergés y Mònica Sales.
Jordi Turull gana el pulso a Laura Borràs
La otra consigna es acabar con la bicefalia que ha enfrentado a Jordi Turull (secretario general) con Laura Borràs (presidencia), y que ha debilitado orgánicamente al partido. Turull mantendrá la secretaría general en una unidad de acción sin fisuras con Carles Puigdemont, que relega a Laura Borràs al nuevo think tank del partido. Pero entonces, ¿qué pasará con los borrasistas?
Puigdemont quiere compensar la degradación de Laura Borràs con el ascenso de nuevas caras que reflejen la pluralidad ideológica del partido. Su idea es crear un espacio independentista amplio donde quepa todo el mundo para disputar la hegemonía a una ERC debilitada y una Aliança Catalana en auge. Puigdemont aprovechará el congreso para llamar a la unidad independentista con la creación de un gran movimiento y el liderazgo de la sociedad civil.
En el congreso de este fin de semana se debatirá también la línea ideológica del partido. Entre las enmiendas, hay quien pide impugnar “la hegemonía del pensamiento woke, demagógico y buenista” para reconstruir un proyecto de orden.
¿Que pasará a partir de ahora con el PSOE?
Junts tiene que definir también su vacilante relación con el PSOE, y esta será otras de las claves de este congreso. Puigdemont quiere seguir marcando distancias con los socialistas, pero sin desaprovechar la posición de fuerza que tiene ahora mismo en el Congreso de los Diputados. Una posición que le permite disputar el relato a ERC y seguir teniendo protagonismo pese a estar en la oposición en Cataluña.
Puigdemont quiere que el congreso avale la estrategia de la confrontación, manteniendo siempre el poder de decisión en una cúpula que ahora controlará aún más. Pese al distanciamiento, Junts y PSOE habrían acercado posiciones en la última cumbre en Suiza y después de algunas dudas Puigdemont habría renunciado a la idea de la moción de censura. Le es más útil un Pedro Sánchez debilitado que el incierto escenario que se abriría con su caída y que le obligaría a acercarse al PP.
En este congreso quiere reforzar la prioridad de temas como la financiación y la inmigración, pero también la oposición dura hacia Salvador Illa en Cataluña. A Puigdemont le preocupa que ERC pueda marcar el relato con la financiación singular, así que su oposición al PSC es clave para desenmascarar la alianza de Esquerra con los socialistas.
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