
Estalla la guerra en la ANC tras las amenazas de Lluís Llach a los críticos
El presidente acusa a Josep Costa de liderar un sector minoritario con intereses electorales
En su primer año como presidente de la ANC, Lluís Llach ha sido incapaz de revitalizar la entidad independentista y acabar con su fractura. De hecho, a la luz de las últimas informaciones aparecidas en El Món, su presidencia está profundizando la polarización interna. Esta nueva crisis pone en evidencia el declive del procesismo en general, y el de sus dirigentes.
La Assemblea Nacional Catalana lleva tiempo dividida entre el sector dirigente y los críticos. La principal disputa es sobre si la ANC tiene que ser un movimiento cívico que empuje a los partidos (Lluís Llach) o si tiene que convertirse en una candidatura electoral (críticos).

La tensión dentro del secretariado nacional ha ido escalando por la hoja de ruta presentada recientemente y los cambios estatutarios. La situación ha estallado en la última reunión de la cúpula, el pasado 13 de abril. El periodista Quico Sallés desvela unos polémicos audios de la intervención de Lluís Llach, arremetiendo contra los partidarios de la lista cívica.
Lluís Llach reconoció que la entidad se encuentra en una profunda crisis y se autodefinió como “el presidente más bloqueado de la historia de la ANC”. Considera que hay un plan preconcebido para imponer la lista cívica, y que le están boicoteando.
Duras acusaciones de Lluís Llach
El problema es que su candidatura ganó las elecciones al secretariado nacional con menos de dos tercios, y esto le sitúa en una gran debilidad. Una situación que, a su parecer, aprovechan los opositores para hacerle “chantaje” y “bloqueo”. La intención no es otra que imponerles la lista cívica, algo que ya ha dejado claro que no van a permitir.
Su intervención fue muy dura con el sector crítico, a los que acusa de bloquear a la dirección por intereses “de sillón”. Para él, los críticos están preparando el terreno para las próximas elecciones. Desliza incluso que ya podrían estar pactando alianzas con otras formaciones independentistas.
El presidente de la ANC reconoció la división irreconciliable. “Unos pensamos que servimos a la independencia protegiendo la ANC de cualquier perversión electoral. Los otros piensan que de ninguna manera”, afirmó.
Advirtió de forma muy clara que “mientras yo sea presidente impediremos como sea esta voluntad que es la que siempre está detrás”. Llach dijo irónicamente que "lo estáis haciendo muy bien lo de bloquear", y que "pervertís las palabras de una manera maravillosa".
Lluís Llach contra Josep Costa
La crisis ha estallado en un claro enfrentamiento entre Lluís Llach y el exvicepresidente del Parlament, Josep Costa. Este último criticó duramente a la dirección por conducir la entidad de manera antidemocrática. Incluso preguntó directamente a Llach cómo pretendía seguir gobernando “con enemigos irreconciliables” dentro de la entidad.

El presidente de la ANC acusa a Costa de ser el cabecilla del sector crítico. Le define como un “crítico magnífico y preparadísimo” pero de una “pobreza extraordinaria” en temas “propositivos”. Llach lanzó una amenaza final, y es que “no dejaremos de ninguna manera, mientras tengamos mayoría, que convirtáis la ANC en una plataforma electoral”.
El tema de fondo es que Lluís Llach es un presidente afín a Waterloo, y los críticos le acusan de hacer el trabajo sucio a Junts. En cambio, Josep Costa es alguien que se ha ido distanciando de Junts hasta ser muy crítico con Carles Puigdemont.
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