Estalla la guerra en Sumar ni una semana después de las elecciones
El invento de Yolanda Díaz empieza a desmoronarse
Sumar va camino a ser uno de los nombres más irónicos de la política española. El partido impulsado por Yolanda Díaz fue la unión de varias fuerzas regionales como los Comuns, Compromís o Más Madrid, con Izquierda Unida y con la adhesión de Podemos después de un proceso de chantajes, vetos y amenazas. Un proyecto que nacía con los pies de barro y que, una semana después de las elecciones, ya empieza a tener graves problemas internos.
En la noche electoral, todo eran celebraciones en la sede de Sumar. Habían conseguido frenar la “ola reaccionaria” que representaban PP y Vox. Pero a pesar de esa felicidad, la realidad escondía algo mucho más amargo. Y es que, aunque lo quieran camuflar, la “confluencia histórica” de Yolanda Díaz cosechó unos malos resultados.
Respecto a lo que consiguieron por separado Podemos, Más País y compañía 2019, perdieron casi 700 000 votos. Ahí no pudieron “sumar” demasiado. En escaños, la pérdida fue de 7. Aquí tampoco se dio lo de “sumar”.
Pero esta pérdida destacada de apoyos (a pesar de poner toda la carne en el asador) se ha podido maquillar por la situación que se dibujó el Congreso. Gracias al buen resultado del PSOE, el partido de Yolanda Díaz tiene opciones de formar parte del próximo gobierno. Pero lo que ya es más difícil de disimular es el mal rollo que ya existe dentro de Sumar.
Podemos saca los cuchillos
Podemos fue el primer actor de dentro de Sumar que decidió sacar el hacha de guerra. Su secretaria general, Ione Belarra, tardó 48 horas a criticar a Yolanda Díaz y a su proyecto. Recordemos que la misma Yolanda Díaz fue la que vetó a Irene Montero o a Pablo Echenique de las listas del nuevo partido.
“La estrategia de renunciar al feminismo y de invisibilizar a Podemos no ha funcionado”, espetó la dirigente de la formación morada. En este caso, Yolanda Díaz respondió con otro ataque al partido fundado por Pablo Iglesias. “Unidas Podemos obtuvo un millón de votos” en las municipales del 28 de mayo, dos millones menos que los que consiguió Sumar en las generales.
Pero la guerra entre Sumar y Podemos ha vivido ahora un nuevo capítulo. Y quien lo ha iniciado ha sido otro de los vetados por Yolanda Díaz: Pablo Echenique. El dirigente podemita apuesta porque su formación tenga “autonomía política” dentro del grupo parlamentario de Sumar. Además, también exige formar parte de la comisión negociadora con el PSOE y presencia en el Consejo de Ministros en el caso de que se reedite el Gobierno.
Son unas exigencias que dejan claro el escenario complicado futuro que le espera a Sumar en el caso de que tenga que repartirse varias sillas y cargos.
Compromís también pregunta qué hay de lo suyo
Otro de los actores de Sumar, Compromís, también se ha salido del guión previsto con sus primeras peticiones a Yolanda Díaz. Según cuenta ElConfidencial, el partido valenciano quiere abrir negociaciones con la ministra de Trabajo en funciones para aclarar su estatus en la próxima legislatura.
En este sentido, Compromís pide una portavocía y, además, libertad de voto dentro del grupo parlamentario. Esto es algo que, teóricamente, ya estaba descartado, según se anunció en su momento, pero parece que ahora los valencianos quieren tener peso propio dentro de la confluencia de Yolanda Díaz. Más divisiones para un partido que apenas ha empezado a caminar.
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