Esquerra aprovecha el mal rollo dentro de Junts
Los republicanos inciden en la crisis abierta tras el pacto en la Diputació de Barcelona
La rocambolesca situación en la Diputació de Barcelona llega como un regalo caído del cielo para ERC. Los republicanos, que según todas las encuestas van camino del desastre electoral, ven la crisis abierta dentro de Junts como una oportunidad para resarcirse. Y ya han empezado a difundir la idea de que “no son de fiar”.
Qué ha pasado en la Diputació
Recapitulemos. El PSC ha conseguido fraguar un pacto con los Comunes para gobernar la Diputació de Barcelona. Se trata de un órgano provincial muy importante porque asegura poder territorial a los partidos y la gestión de miles de millones de euros.
El gobierno de la Diputació estuvo en el aire hasta el último momento, y fue posible gracias a la incorporación de dos independientes de Junts. Se trata de Marc Castells (alcalde de Igualada) y Sergi Vallès (alcalde de Torrelles de Foix). Ambos tomaron la decisión en contra de las directrices de la dirección de Junts.
Jordi Turull, secretario general de Junts, es el gran señalado por este fracaso que deja a su partido prácticamente sin poder territorial. Entre los señalados están también figuras próximas al entorno de Puigdemont, como Míriam Nogueras y Albert Batet. Su política de brocha gorda y queja permanente ha llevado el partido a la marginalidad.
Esquerra moja pan
Francesc-Marc Álvaro, número tres de ERC en el Congreso, ha hecho referencia a lo sucedido en la Diputació. Según ha dicho, el apoyo de dos independientes de Junts al PSC y los Comunes demuestra que “no son de fiar”. El candidato ha destacado que los dirigentes ya no controlan el partido.
Por eso les ha pedido que “pongan orden en el guirigay” porque “puede tener una muy grave repercusión institucional”. También ha lamentado que su deriva genere “desconcierto” entre los votantes independentistas. “Junts hace cosas extrañas y no controla a sus diputados”, ha afirmado.
Junts ha respondido a través de su presidenta, Laura Borràs, que se ha negado a "recibir lecciones" de Esquerra. Ha recordado que los republicanos pactaron con el PSC en las diputaciones de Lérida y Tarragona. "Algunos predican la unidad con la boca pequeña, nosotros practicamos la coherencia con una gran convicción", añadió.
Batalla decisiva en el independentismo
La guerra civil dentro de Junts es un caramelo para Esquerra. A nadie se le escapa la importancia de estas elecciones para el independentismo, que mide las fuerzas de sus dos grandes partidos. Por ahora, las encuestas muestran una debacle de ERC, mientras que Junts per Catalunya mantendría más o menos sus escaños.
Si Junts recorta terreno a Esquerra en el Congreso de los Diputados, podría cambiar la tendencia en unas eventuales elecciones catalanas. Por eso los republicanos ya han empezado a aprovechar la crisis del partido de Puigdemont.
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