Montaje de Pere Aragonès y Artur Mas con papeletas de la consulta de 2014
POLÍTICA

ERC se viste de Convergencia

Pere Aragonès propone ahora un referéndum con varias respuestas

Rueda el hámster y vuelta a empezar. Sería una buena manera de definir la última ocurrencia del president de la Generalitat, Pere Aragonès. "Desde mi punto de vista, la independencia tiene que ser una opción. A partir de aquí, si hay otras propuestas, bienvenidas sean y que la ciudadanía decida libremente. Las características del referéndum tiene que formar parte de la negociación", aseguraba el president este lunes en una entrevista.

La nueva propuesta de ERC, pues, es una consulta vinculante con varias respuestas, sin especificar cuáles. Y, claro, es algo que inevitablemente evoca al 2014, cuando Artur Mas se sacó de la chistera un "proceso participativo" sobre la independencia de Cataluiña. Entonces, se apostó por una doble pregunta y, por tanto, por más de una respuesta posible: "¿Quiere que Cataluña sea un Estado? En caso afirmativo, ¿quiere que este Estado sea independiente?". De este modo, el ciudadano podía votar a favor de un Estado no independiente, algo difícil de explicar, pero que sirvió para sumar a ICV, ahora Comuns, al acuerdo.

Montaje Puigdemont i Pere Aragonès

Ahora, Pere Aragonès quiere copiar la fórmula Mas para sumar adeptos a su causa, abriendo la puerta a varias respuestas más allá de la independencia. De este modo, pretende que la música le suene bien a Sumar, aunque faltaría saber cuál sería la tercera respuesta, si bien un nuevo Estatut, acuerdo de financiación o quien sabe.

De momento el PSC ya se ha mostrado contrario a la propuesta, como hizo en 2014. "No estamos por la división. No estamos en el camino del referéndum, no estamos en el camino de dividir", decía este mismo lunes su portavoz Èlia Tortolero. Nada de consulta, nada de votar mientras haya la opción de independencia en una papeleta. 


ERC se viste de Convergencia

No es la primera vez que Esquerra se pone el traje de CiU. Su discurso pragmático, su voluntad de llegar a acuerdos en Madrid a cambio de cosas concretas, ha recordado a muchos catalanes las prácticas de Convergencia. El tema es que lo que han conseguido ha sido en clave personal, como los indultos, y asegurarse los votos del PSC.

Ni Oriol Junqueras es Jordi Pujol ni Gabriel Rufián Duran y Lleida. Para lo bueno y, sobre todo, para lo malo. Esquerra vuelve a querer vestirse de Convergencia, pero olvida que en los últimos años no le ha ido demasiado bien.

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