Plano medio corto de Pere Aragonès con cara triste y de fondo un cartel amarillo con el logo de Esquerra Republicana
POLÍTICA

ERC se hunde y Pere Aragonès confirma que se van a la oposición

Los republicanos firman un resultado desastroso y les salva la posibilidad de un tripartito

La vuelta de Puigdemont y la estrategia de Sánchez después de las generales ya se han cobrado su primera víctima: Pere Aragonès. Al margen, claro, de que los republicanos han pagado el coste de una gestión muy deficiente de la Generalitat.

Los resultados han confirmado los peores pronósticos de los republicanos y se han quedado en los veinte diputados. Queda claro, pues, que ERC nunca estuvo cerca ni de los treinta escaños ni de un empate técnico con Junts. Se pone en marcha entonces la limpieza interna en ERC.

De momento, Pere Aragonès ha admitido que los resultados son "muy malos" y que ahora le toca a la oposición liderar una nueva etapa. En este sentido, el todavía president de la Generalitat ha asegurado que "asumirán la voluntad de la ciudadanía" y que su partido se quedará en la oposición.

Pere Aragonès descarta, pues, la formación de un tripartito y solo queda abierta la puerta a poder votar favorablemente a una investidura de Salvador Illa. La repetición electoral, pues, sobrevuela todavía con más fuerza la política catalana.

Plano corto de Pere Aragonès y Oriol Junqueras con rostro serio

Aragonès, pulverizado por Illa y Puigdemont

Una de las incógnitas de la noche era el resultado de ERC. Por todas partes cundía el morbo ante la posibilidad de que los republicanos bajaran tanto como se especulaba. Y es que, durante la campaña, había dos posibilidades: que se quedaran más cerca de los treinta diputados o de los veinte. Y ha sido lo último, o sea, un descalabro.

Los republicanos han sufrido el abrazo del oso de Sánchez y la falta de empuje de Aragonès para competir con el personalismo político Puigdemont. Todo ello se ha traducido en un trasvase de votos hacia el PSC, que coge el protagonismo absoluto del progresismo en Cataluña y, de paso, imposibilita una mayoría indepe.

De esta manera, las maniobras de los últimos en ERC para situar a Aragonès como candidato se han mostrado ineficaces. Lo cierto es que Aragonès llegó al poder casi por casualidad por la circunstancia de inhabilitación del presidente del partido, Oriol Junqueras, que era el único que podía competir con épica con Puigdemont. En este sentido, el adelanto de las elecciones después del fracaso de los presupuestos no ha servido para retrasar su debacle.

Aun así, los republicanos han tenido suerte. El PSC ha podido tirar lo suficiente del carro como para compensar el descalabro de ERC y, por cierto, también de los Comuns, que se dejan dos diputados por el camino. El tripartito suma por la mínima y eso permitirá a republicanos y comunes mantener algunas cuotas de poder fáctico. Por lo demás, todos los focos están ahora encima de Aragonès.

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