ERC y Junts ya pasan del referéndum
El procesismo vuelve a la casilla de salida
Los partidos independentistas empezaron las negociaciones por la investidura pidiendo la amnistía y el referéndum. Ahora ERC y Junts se pelean para colgarse la medalla del pacto fiscal. En dos meses han pasado de la intransigencia y la amenaza del bloqueo a rebajar sus exigencias hasta volver a la casilla de salida.
No hay que olvidar que el pacto fiscal fue la primera pantalla del nacionalismo catalán antes de poner en marcha el Procés. El agravio impositivo ha sido siempre el eje vertebrador de la élite nacionalista en Cataluña. Once años después del ‘no’ de Rajoy a Artur Mas, vuelven a agitar la bandera del “Espanya ens roba”.
La pantalla del pacto fiscal llevó a la del referéndum, esta a la de la vía unilateral y después a la mesa de diálogo y el acuerdo de claridad. Tras un amago de rescatar de nuevo el referéndum y la vía unilateral, ERC y Junts vuelven a la pantalla inicial. ¿Acaso no consiste en este el procesismo?
'Condonación de la deuda histórica'
Cuando ERC presentó el pacto fiscal dentro de sus exigencias para la investidura de Pedro Sánchez, Junts estalló acusándoles de autonomistas. Ahora, los de Carles Puigdemont incluyen en sus condiciones la condonación de la “deuda histórica del Estado con Cataluña”. Es decir, un acuerdo fiscal.
Junts ha cifrado en 450.000 millones de euros la deuda del Estado con Cataluña. Es la suma que hacen de “treinta años de infrafinanciación” que incluyen el déficit en infraestructuras, partidas sociales y pensiones. En el trasfondo está la necesidad de Junts de arrebatar esta bandera a ERC.
El Govern de Pere Aragonès apareció esta semana con la cifra de 22.000 millones de euros de déficit fiscal en el último año. Los republicanos justifican así su petición de pacto fiscal dentro de las condiciones para la investidura. Junts dobla la apuesta de Esquerra y aparece con una cifra mucho más abultada.
Exigencias asumibles
En el caso de las cifras presentadas por la Generalitat, están cuestionadas por expertos ya que se basan en un método intencionadamente sesgado. En cuanto a los números de Junts, tampoco han explicado cómo lo han calculado. Parece una clara estrategia para competir en el mismo terreno.
Lo mismo sucede con la petición de una Agencia Tributaria para recaudar los impuestos e instaurar un cupo como en el País Vasco. Se trata de una petición formulada ya por ERC, que hace unos días propuso recaudar los impuestos “mientras no llegue la independencia”.
Parece evidente que tanto ERC como Junts se han olvidado del referéndum y apuestan por exigencias más asumibles por parte del PSOE. Son conscientes de estar ante una oportunidad única para conseguir demandas históricas para Cataluña. Bloquear la legislatura por obcecarse en la autodeterminación supone renunciar a estas prebendas.
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