Pedro Sánchez absuelve a Carles Puigdemont
En 2019 prometió traerle a España para que rindiera cuentas ante la justicia
“Me comprometo a traer a Carles Puigdemont de vuelta a España y que rinda cuentas ante la justicia”. Es la frase que pronunció Pedro Sánchez en el debate electoral contra Pablo Casado del 4 de noviembre de 2019. Cuatro años después, el presidente del Gobierno en funciones defiende la “desjudicialización” del “conflicto político” en Cataluña.
Pedro Sánchez participa estos días en la semana de alto nivel de la ONU en Nueva York. A la pregunta de si el expresident debe rendir cuentas ante la justicia, Sánchez dijo que “una crisis política nunca debió derivar en una acción judicial”. Algo muy diferente de hace cuatro años, cuando defendía “que la justicia española se cumpla tanto dentro como fuera de nuestras fronteras”.
¿Qué ha cambiado? En 2019, en plena campaña electoral, Pedro Sánchez trató de recortar terreno al PP mostrándose firme contra los líderes del procés prófugos de la justicia. Ahora necesita sus votos para ser investido de nuevo, y prepara el terreno para aprobar la amnistía.
Promesa cumplida (a medias) cuatro años después
Pedro Sánchez está a punto de cumplir su promesa cuatro años después, aunque en condiciones muy distintas. La aprobación de la ley de amnistía borraría el historial delictivo del expresident y le permitiría volver a España sin consecuencias penales. Por lo tanto, nada de rendir cuentas ante la justicia como prometió Sánchez.
La promesa de traer a Puigdemont a España le dio 123 escaños, que pudo utilizar para fraguar un gobierno de coalición con Unidas Podemos. Aquello permitió desencallar el bloqueo político tras una moción de censura y varias elecciones fallidas. Ahora, ironías del destino, Puigdemont vuelve a ser clave para desbloquear la legislatura.
En 2019 el PSOE no necesitaba a Junts, y el partido de Puigdemont acabó votando en contra de su legislatura. ERC se convirtió en socio preferencial de Pedro Sánchez y juntos inauguraron la vía de la negociación. Ahora sí necesita los votos de Junts, así que está dispuesto a absolver a Puigdemont.
Pedro Sánchez compra el marco mental del independentismo
La ley de amnistía se ha convertido en la piedra de toque de la negociación del PSOE con Junts por la investidura de Pedro Sánchez. Esta incluiría a Carles Puigdemont, que podría volver a España como el mesías reencarnado del independentismo. Junts defiende que la amnistía es el paso previo a la autodeterminación.
Para Puigdemont, la amnistía supone abandonar el ámbito judicial para volver al terreno de la política. Es lo mismo que está diciendo Pedro Sánchez, que al catalogar el procés como conflicto político está comprando el discurso del procesismo. Detrás opera la misma lógica que en 2019, la urgencia por el poder.
El PSOE evita por el momento utilizar la palabra amnistía e intenta trasladar a los españoles un mensaje de tranquilidad. No es para menos, a la vista de la movilización en las calles que prepara la derecha. El mensaje de Pedro Sánchez es claro: todo se hará en el estricto marco de la Constitución.
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