ERC y Junts, como niños pequeños y en pelea continua
Siguen coleando los acuerdos de investidura con el PSOE
De pelea en pelea, así es como se podría definir la relación entre Junts y ERC desde hace ya mucho tiempo. Los dos principales partidos del independentismo parecen empeñados en seguir degradando la política catalan con sus batallas. Este miércoles, el Parlament se ha convertido en el escenario de un nuevo enganchón.
El tema de discusión ha sido una vez más los acuerdos de investidura con el PSOE, que ambas formaciones quieren rentabilizar. El diputado de Junts, Joan Canadell, ha reprochado a los republicanos que no hayan negociado el 100% del Fondo de Liquidación Autonómico (FLA). Los consellera d’Economia, Natàlia Mas Guix, defendió el acuerdo conseguido por Esquerra e instó a los postconvergentes a reconocer su mérito.
“A usted le parecerá poco, todo le parecerá poco, pero le tengo que preguntar qué hace usted por ayudar y mejorar a parte de culpar a ERC de todos los males”, respondió Mas Guix a Canadell. También le preguntó por el impacto económico del acuerdo firmado por su partido con el PSOE. Y le pidió “menos reproches y más cooperación”.
ERC defiende su acuerdo con datos
Canadell acusó a los republicanos de haber negociado a la baja la deuda autonómica según las conclusiones de la comisión de estudio avalada por los tres partidos independentistas. Les reprochó haber negociado la condonación del 20% de la deuda del FLA, en lugar de su totalidad. “Han dejado el nivel muy bajo de la negociación”, afirmó.
La consellera de ERC replicó que el acuerdo de su formación con el PSOE está “alineado” con la comisión de estudio sobre el déficit fiscal. Es más, presumió de los 19.000 millones de euros que recibirá la Generalitat en virtud del acuerdo. Mas Guix apeló a “apreciar la relevancia histórica de este acuerdo”.
En el trasfondo está la competencia entre republicanos y postconvergentes por sacar más rédito que el otro de los pactos con el PSOE. La intervención de Joan Canadell expone a las claras la estrategia de Junts, que es poner en evidencia la poca ambición de Esquerra en las negociaciones con Madrid. Y a su vez, por contraste, presentar el acuerdo Junts-PSOE como un hito histórico del independentismo.
Los republicanos, por su parte, señalan el acuerdo Junts-PSOE como una confirmación de que su estrategia del diálogo era la buena. Además, destacan que su acuerdo contiene concesiones más relevantes frente a las vaguedades de los de Puigdemont. Y acusan a los postconvergentes de estar siempre en la confrontación en lugar de sumar.
El circo de la política catalana
Lo más grave es la sensación de haber convertido la política catalana en un espectáculo constante. Un espectáculo donde los partidos libran sus batallas particulares en lugar de hacer política para la gente. El escenario de esta degradación es el propio Parlament, una institución que ha ido perdiendo prestigio con los años.
Ayer mismo asistimos a la escena del diputado juntaire Jaume Alonso-Cuevillas repartiendo chuches como si el Parlament fuera un patio de colegio. Una trágica metáfora de la pérdida del sentido de la alta política y el decoro que merecen las instituciones. Lo de ERC y Junts parece que ya no tiene remedio.
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