ERC y la CUP se alían contra Sílvia Orriols

Con respecto a Aliança Catalana, los partidos del establishment procesista tienen dos actitudes. Por un lado, la de Junts: dar pasos en falso e intentar esconder el hecho de que son sus aliados naturales. Por otro lado, la de ERC y la CUP: hacer un teatro presuntamente épico para “frenar” al fascismo.

Es una táctica del miedo, que moviliza a su votante y que llega a Cataluña con algunos años de retraso. Es lo que ha estado haciendo la izquierda institucionalizada en Europa desde hace años. Sin ir más lejos, Sánchez le ganó la partida a Feijóo en las últimas generales apelando a la cercanía de los populares con Vox.

Se repite la polémica

Hace poco, ya vimos uno de estos gestos de épica de consumo interno cuando ERC y la CUP no acudieron a un debate organizado por la ANC en el que participaba Aliança Catalana. Ahora, la situación se repite de manera idéntica.

Los republicanos y los antisistema han declinado participar en un debate en Lérida que vuelve a organizar la ANC. Se trata de un debate solo para partidos independentistas. Ante esto, ERC y la CUP dicen estar que les “preocupa enormemente el ascenso de la extrema derecha”.

Ambas formaciones han firmado un comunicado conjunto:

La idea, la habitual: “la libertad de expresión no puede ampararse en discursos de odio o que atenten contra los derechos y libertades de miles de catalanes y catalanas”. Por este y otros motivos similares concluyen que “no participaremos de ningún debate en el que se inviten a estas fuerzas de extrema derecha”.

A esta publicación han respondido de manera inmediata los simpatizantes de Aliança Catalana y otros usuarios críticos con ERC y la CUP. Les acusan de sí participar en debates en los que sale Vox y lo que llaman “el nacionalismo español más rancio”.