Montaje fotográfico con Pere Aragonès y Sílvia Orriols
POLÍTICA

ERC, en contra del derecho a decidir

Los procesistas solo están a favor del derecho a decidir cuando se decide lo que ellos quieren

“Esto va de democracia”, “tenemos derecho a decir”, “se tiene que respetar la voluntad de la gente”. Estas son solo algunas de las consignas que los procesistas han repetido hasta la saciedad en los últimos años. Pero ya se sabe que las mentiras tienen las patas muy cortas y esas afirmaciones han quedado en papel mojado cuando al propio procesismo le ha interesado.

Tras las elecciones municipales, en las que Vox obtuvo el mejor resultado que había conseguido nunca -tanto en Cataluña como en el resto del estado-, saltaron rápidamente todas las alarmas en el Govern de ERC. La portavoz del ejecutivo, Patricia Plaja, e incluso el president, Pere Aragonès, repitieron una y otra vez de los peligros de la “ola reaccionaria” que significaba el gran número de votos que sumó la formación de Santiago Abascal.

La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, durante una rueda de prensa tras la reunión del Consell Executiu, en el Palau de la Generalitat

En distintas ruedas de prensa, tanto Aragonès, como Plaja y también todos los consejeros del Govern, repetían la misma fórmula. Alertaban reiteradamente sobre la “extrema derecha” y lo preocupante que era que Vox tuviera representación en ciudades como Barcelona, Terrassa, Tarragona, Gerona, Reus, Lérida o Mataró. De hecho, con más de 150 000 votos, el partido de Ignacio Garriga casi multiplicó por cinco el número de votos que obtuvo, respecto a los que consiguió cuatro años atrás.

Aquí al procesismo ya no le gustaba tanto el 'dret a decidir' ni la voluntad de la gente. Eso solo servía si era para defender lo mismo que defendían ellos. Pero el caso de Vox no es el único. En Ripoll estamos viendo otra campaña de acoso y derribo a Sílvia Orriols, en otro ejemplo claro de que, partidos como ERC, Junts o la CUP, solamente está por el derecho a decidir cuando la gente decide lo que ‘toca’.

Montaje con un primer plano de Sílva Orriols y de fondo una imagen desenfocada del hemiciclo del Parlament con varios diputados sentados

Esta semana hemos conocido que el Festival de Músicas Antiguas de los Pirineos ha decidido abandonar la localidad de Ripoll. A pesar de haber cobrado 3000 euros en subvenciones de este municipio, este festival subvencionado ha dejado sin conciertos a la población de esta localidad. Y es que no hay nada como castigar a aquellos que no saben votar.

De este modo, los ripolleses no podrán disfrutar de este festival porque no votaron lo que tocaba el pasado 28 de mayo. Las fuerzas procesistas se han propuesto hacer un cordón sanitario a Sílvia Orriols y a Aliança Catalana, aunque para ello tenga que perjudicar a los ciudadanos de Ripoll.

Y como de momento no tienen el valor suficiente de hacerle una moción de censura, ese cordón sanitario lo aplican utilizando festivales que tienen controlados mediante las subvenciones. Y es que, como denunció a propia Sílvia Orriols, los principales patrocinadores del Festival de Músicas Antiguas de los Pirineos son administraciones controladas por Esquerra Republicana. Porque los ripolleses tienen derecho a decidir, siempre que decidan lo que al procesismo le conviene.

➡️ Política

Más noticias: