ERC se desangra mientras consigue su máximo poder histórico

ERC se incorporará al gobierno de la Diputació de Barcelona junto a PSC, Comuns y los dos independientes de Junts. Se trata de una decisión muy importante, porque aumenta el poder territorial de ERC solo dos días después de haber perdido seis diputados en las generales.  Paradójicamente, en pleno hundimiento el partido consigue su máximo poder territorial.

Pero además, la decisión recrudece el enfrentamiento entre Esquerra y Junts en un momento crucial. Los postconvergentes ya han advertido de que esto complica el acuerdo para invertir a Pedro Sánchez. Acusan a los republicanos y al PSC de hacer la pinza a Junts "para destruirnos".

ERC amplía su poder territorial

Oriol Junqueras ya anunció su intención de entrar en la Diputació cuando se conformó este órgano de poder provincial. Ha esperado a que pasaran las elecciones para dar el paso. Su intención era entrar en la Diputació lo antes posible para impedir la entrada de Junts.

ERC ostentará dos vicepresidencias y cuatro áreas en el ente que preside la alcaldesa socialista de Sant Boi, Lluïsa Moret. Junts queda fuera, aunque ostentará una vicepresidencia institutal. ERC, que ya pactó con el PSC en las diputaciones de Lleida y Tarragona, ahora se une al gobierno de coalición en la de Barcelona. 

Es algo importante, porque los entes supramunicipales mueven una gran cantidad de dinero. Consolidan el poder territorial de las formaciones, a la vez que inyectan generosos ingresos. ERC ha puesto en valor “la pluralidad política” de este “ayuntamiento de ayuntamientos”, y ha apelado a “un municipalismo más avanzado y progresista”. 

Pugna con Junts

En Esquerra ven este movimiento como necesario en un momento clave del panorama político catalán y español. Las elecciones del 23-J han reactivado la pugna entre ERC y Junts por la hegemonía independentista. Los republicanos llevan dos elecciones perdiendo terreno frente a los postconvergentes y quieren frenar la sangría.

El incierto panorama de bloqueo político en España podría forzar al gobierno de ERC en minoría a convocar elecciones anticipadas en Cataluña. Los dos partidos procesistas volverían a medir sus fuerzas en un contexto complicado para ERC. En plena crisis de confianza, para los republicanos es vital mantener y extender el poder territorial.