Empieza la guerra civil en la CUP
Los anticapitalistas se encuentran en plena fase de “refundación”. Los sectores internos -que llevan tiempo enfrentados- ya se están moviendo para ganar la batalla interna que vivirá el partido en los próximos meses
Para frenar su camino a la irrelevancia política, la CUP decidió impulsar un proceso de “refundación” que la propia organización bautizó como “Procés de Garbí”. En los próximos meses, los anticapitalistas iniciarán una serie de debates internos en los que, dijeron, se podrá hablar de todo menos de los cuatro puntos básicos de su programa: independencia, socialismo, feminismo y ecologismo.
La CUP lleva años con varios sectores enfrentados y librando una lucha de poder interno. Los dos más destacados son Poble Lliure, que apuesta más por abrirse a otros actores del independentismo, y Endavant, más cercanos a las tesis socialistas. Para entendernos a modo de ejemplo, los dos sectores que compiten son los que, en 2016, querían hacer presidente a Artur Mas (Poble Lliure) y los que no (Endavant).
Esta batalla interna continúa aún a día de hoy y ahora pugnan por imponer sus tesis en la nueva etapa que quiere iniciar el partido. En este sentido, Poble Lliure ya ha dado su primer paso. Y lo ha hecho con un manifiesto firmado por algunas de las principales caras visibles de la formación y su entorno.
Albert Botrán, exdiputado en el Congreso; el actual parlamentario Dani Cornellà; la exalcaldesa de Badalona, Dolors Sabater; el fotoperiodista Jordi Borràs; el cantante Lluís Llach; el tertuliano y antiguo número 1 en las elecciones al Parlament, Antonio Baños; o el actual alcalde de Gerona, Lluc Salellas, son algunos de los más de 130 firmantes de dicho documento.
Apuestan por “gobernar”
Uno de los eternos debates internos que ha tenido siempre la CUP es el de asumir -o no- responsabilidades de gobierno. Más allá de la política municipal, los anticapitalistas nunca han tenido esa responsabilidad, algo que les permitió, por ejemplo, no tener represalias por la organización del referéndum del 1 de octubre de 2017.
Ahora, este sector interno de la CUP apuesta por tener “voluntad de gobernar”, eso sí, “siempre que se den las condiciones”. Además, piden que haya “más pluralidad y más militancia” y tener una “vocación de mayoría”.
Más allá de la propia estrategia interna, los firmantes reconocen que “ERC y la CUP” han estado “visiblemente castigados” en las últimas citas electorales. Algo que coincide, dicen, con la “desmovilización” del electorado y con “un cierto aumento de los apoyos a la derecha” e incluso a la “extrema derecha”.
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