Montaje de fotos de Arnaldo Otegi, Oriol Junqueras, Carles Puigdemont y Andoni Ortuzar, los cuatro con rostro serio

POLÍTICA

Empieza la campaña electoral de un País Vasco que se olvida de la independencia

A diferencia del procesismo catalán, BIldu y el PNV evitan hablar de la independencia y se centran en autogobierno y otras cuestiones políticas en una campaña que ya ha empezado

Había un tiempo en que los independentistas catalanes iban al País Vasco de vacaciones fascinados y en busca de algún amigo abertzale para hacerse una foto. Era lo que se llamó la 'vasquitis' y que probablemente marcó la forma de organizarse de la CUP y sus organizaciones satélite. Los casales populares, las barracas de fiestas mayores o cierto código de vestimenta viene importado del País Vasco. 

Podríamos decir, sin embargo, que esto ya ha pasado a mejor vida. De un lado, porque el Procés llegó más lejos -sin llegar a nada- de lo que nunca había hecho la sociedad vasca y del otro porque han sido los llamados independentistas de Euskadi los que han copiado a los partidos catalanes.

Si se fijan, Arnaldo Otegi es muy amigo de Oriol Junqueras. Es algo que la CUP y la denominada izquierda independentista lleva fatal, tras décadas de subir al norte a ver a sus amigos. Hace tiempo que el líder abertzale entendió que si Bildu quería llegar a cuotas de poder debía ser visto como alguien de fiar. Parecerse más a Esquerra que a la CUP.

Aquí empezó el viraje de Otegi y Bildu, que de facto ya fue una coalición entre Batasuna y otras formaciones más parecidas a ERC. El lenguaje de este partido ha ido priorizando el discurso de izquierdas y ecologista frente al identitario. Pello Otxandiano, candidato a Lehendakari tiene un año menos que Pere Aragonès y representa también esta renovación de la formación.

Pello Otxandiano, de Bildu e Imanol Pradales, candidato del PNV

Bildu esconde la independencia

Aunque cueste de creer, Bildu no habla de independencia en su programa electoral. En concreto, pide "otro tipo de relación con el Estado". A los catalanes les sonará el concepto del "derecho a decidir" que ahora usan los abertzales: "Somos una nación: reconocimiento nacional; materialización jurídico-política del derecho a decidir en lo relativo a políticas públicas y al futuro de este pueblo; y relación de carácter confederal basada en la bilateralidad".

En resumen, lo que Bildu propone es la celebración de "una consulta vinculante" para validar un marco "confederal" con el Estado. Tal ha sido el revuelo, que Pello Otxandiano tuvo que salir para explicar que esta propuesta confederal, no significa que Bildu "renuncie a la independencia". De hecho, aseguró que para llegar a la independencia "se pasa por diferentes estadios". 

Si se fijan, es bastante parecido a la estrategia que escogió ERC desde el uno de octubre: dejar la unilateralidad y rebajar pretensiones. No le fue mal, consiguió 33 diputados y la presidencia en 2021. Probablemente, los problemas actuales de Esquerra hoy día son más relacionados con su gestión de gobierno que con su hoja de ruta.

De este modo, Bildu olvida la independencia "a corto plazo" para intentar demostrar que pueden ser tan de fiar como el PNV. Hay que tener en cuenta que la sociedad vasca es más conservadora que la catalana y durante décadas los abertzales eran esos niños alocados que como mucho podían ser alcaldes de pueblos pequeños.

2 piezas de puzzle con la bandera de Cataluña y del País Vasco

Hay que decir que la nueva política de Bildu les ha permitido ser la fuerza con más concejales en el País Vasco y optar a ganar por primera vez en su historia unas elecciones. Tal es el susto que llevan en el PNV que han decidido buscar un candidato joven, Imanol Pradales, casi desconocido hace un año y de perfil soberanista. "Soy un independentista con los pies en el suelo, trabajaré por más y mejor autogobierno", decía Pradales en una entrevista a El Diario Vasco hace dos meses.

El PNV, pues, aboga por un independentismo sin independencia. No se preocupen, no lo entiende nadie. Sería un modo de decir que no quieren un estado para el País Vasco, pero tampoco depender de Madrid. Pradales lo dijo en Onda Cero de otra forma: "Tenemos paciencia histórica". El objetivo de los nacionalistas vascos es el autogobierno mientras les dicen al votante de Bildu que ellos tampoco se sienten españoles.

En Cataluña, la pelea entre procesistas va de referéndum, de amnistía y los mismos egos que en 2017. En el País Vasco, Bildu y PNV encaran las elecciones del 21 de abril olvidando la independencia y hablando de otras cosas. Quizás sí que podría volver la "vasquitis" otra vez.

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