Se agrava la crisis interna de Vox
Se rompe la ejecutiva nacional y piden a Abascal un congreso de renovación
La renuncia del médico Juan Luis Steegman a relevar a Iván Espinosa de los Monteros como diputado en el Congreso ahonda la crisis interna de Vox. Steegman no sólo ha rechazado recoger el acta de diputado, sino que también ha abandonado el Comité Ejecutivo Nacional. Y no se descartan nuevas renuncias en los próximos días.
La velocidad de los acontecimientos hace pensar que la fractura dentro de Vox ya no tiene marcha atrás. Jorge Buxadé, con el beneplácito de Santiago Abascal, ha encabezado un giro ideológico ‘lepenista’, consiste en buscar el voto obrero con un discurso antiinmigración. Una deriva a la que, como Espinosa de los Monteros, se opuso también Steegman.
El sector ultraliberal considera que la radicalización ideológica y la progresiva marginación de los activos mejor preparados es lo que ha limitado electoralmente a Vox. El abandono de Steegman deja ahora una vacante en el Comité Ejecutivo. Voces internas piden un congreso refundacional.
Buixadé, cada vez más solo pero con más poder
En la cúpula del Comité Ejecutivo están Santiago Abascal, presidente de Vox, e Ignacio Garriga, secretario general. Por debajo hay tres vicepresidencias, ostentadas por Javier Ortega Smith, Reyes Romero, y Jorge Buxadé. Además hay un tesorero, Pablo Sáez, y seis vocales, entre los cuales estaba Juan Luis Steegman.
La salida de Steegman amenaza aún más los equilibrios y contrapesos dentro del partido, y deja el camino libre al sector ultraderechista. Algo que contrasta con la oposición creciente dentro del partido contra Buxadé. Varios miembros de la ejecutiva y exdirigentes de Vox le señalaron directamente por el fracaso electoral.
Le acusan de haber diseñado una campaña con mensajes y gestos radicalizados que han ahuyentado a una parte del electorado. Además, le señalan también por haber orquestado la estrategia de pactos tras las elecciones del 28-M. Bajo su mando se produjeron los desastres de Extremadura y Murcia.
Piden un congreso refundacional
Para muchos exdirigentes de Vox, la deriva bajo la influencia de Buxadé da la imagen de un partido caótico y poco fiable en la gestión. La elección de la vacante que deja Steegman en el Comité Ejecutivo será clave. La dirección puede optar por afianzar al radicalismo o dar un giro buscando los contrapesos.
En el horizonte está el congreso de refundación del partido, que los cargos provinciales han pedido a la dirección. Piden un proceso de renovación ante “la gravedad de la situación” que amenaza incluso con la supervivencia de la formación.
Muchos señalan el peligro de que Vox acabe como Ciudadanos. El PP se mantiene por ahora prudente, pero aguarda su momento para lanzarse sobre el electorado del partido de Abascal. Para entonces, solo la recuperación de los contrapesos podría evitar una sangría de votos que sería el principio del fin para los verdes.
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