Un hombre de traje y corbata roja señala hacia adelante con el edificio del Capitolio de fondo.
POLÍTICA

Donald Trump vuelve a la Casa Blanca: ¿y ahora, qué?

El regreso del trumpismo hace temblar a las élites europeas y confirma el vuelco ideológico mundial

Fiesta grande a estas horas en los cuarteles generales de la derecha internacional, y llantos en la izquierda globalista.El triunfo aplastante de Donald Trump certifica el auge de las propuestas soberanistas y proteccionistas, y abre una nueva etapa a nivel mundial. Muchas incógnitas se abren ahora: ¿qué pasará con Ucrania y Oriente Medio, vamos hacia una guerra comercial como dicen muchos medios, cómo nos afectará a Europa?

Kamala Harris, la gran apuesta de la izquierda internacional, ha resultado ser un auténtico fiasco. Trump le ha arrebatado los estados clave, y pese a partir con desventaja por el asalto al Capitolio y sus líos judiciales, se ha impuesto con rotundidad. No solo ha conseguido 266 votos electorales por 219 de Harris, sino que también se ha impuesto en el Senado y está rozando la mayoría en el Congreso.

Imagen de Donald Trump haciendo un discurso

El expresidente se presentaba a la reelección con un claro mensaje: revertir el nefasto legado de Joe Biden, que ha dejado al país sumido en el caos migratorio, un mundo en llamas y una economía con síntomas de agotamiento. Su programa se basaba en el enfriamiento de los conflictos internacionales, el proteccionismo económico y el orden interior para "volver a hacer grande a América".

Cómo afectará a Europa

Como ocurrió con su victoria en las presidenciales de 2016, el segundo mandato de Donald Trump está desatando las lecturas apocalípticas de buena parte de la prensa internacional. Los líderes de la Unión Europea están especialmente preocupados. El proteccionismo de Trump podría asestar el golpe definitivo a la economía europea en recesión, pero además su vuelta a la Casa Blanca pone en peligro los planes de la UE en Ucrania, debilita la OTAN y refuerza el frente nacionalpopulista encabezado por Viktor Orbán. 

A nivel económico, Trump apuesta por una subida del 10% de los aranceles para todos los países y del 60% en el caso de China. Estados Unidos es el principal socio comercial de la Unión Europea: en una década se ha duplicado el intercambio, con exportaciones sobre todo de medicamentos y vehículos e importaciones de gas y petróleo. Es lógico por lo tanto que los resultados en la Casa Blanca hayan desatado el pánico en Bruselas, más teniendo en cuenta que Trump prometió represalias contra la UE.

Tres personas en primer plano con un fondo de la bandera de la Unión Europea.

La preocupación se extiende también a la política exterior, porque los planes de Donald Trump pasan por acabar cuanto antes con el conflicto en Ucrania. Se abre ahora el riesgo de una negociación directa de Washington con Moscú, y el corte de suministros, sobre todo de armas, al frente ucraniano. Trump también ha exigido más aportación de los países miembro de la OTAN para mantener la alianza, y su mandato podría conllevar menos presencia de EEUU en Europa y un debilitamiento de la alianza atlántica.

Finalmente, la vuelta de Trump a la Casa Blanca cierra un ciclo victorioso para las opciones nacionalpopulistas y de la derecha radical en el mundo. Después de Bukele y Milei en América Latina, y de Meloni, Wilders o Kickl en Europa, el regreso del trumpismo confirma el vuelco ideológico global. La izquierda ha dejado de ser una solución para las clases medias, que ahora confían en la nueva derecha para recuperar la estabilidad y la prosperidad. En Europa, la victoria de Trump es un claro golpe a la élite globalista (Von der Leyen, Macron, Scholz, Sánchez) y un refuerzo de la línea ultraconservadora desde Holanda y Austria hasta Polonia y Hungría.

¿Apocalipsis o oportunidad?

Lo expuesto anteriormente podría trasladar una visión apocalíptica, pero al final todo se reduce al relato. El programa económico y de acción exterior de Donald Trump supone una amenaza sobre todo para las élites europeas, pero abre una oportunidad para las clases medias aplastadas por las políticas de esa élite. Unas políticas que, envueltas con la ideología progre, han llevado a la UE a la recesión y la irrelevancia en la política exterior.

La UE ha pasado a ser un gigante burocrático con una economía anémica y un poder lejos de que fue en su momento frente a los grandes poderes como Rusia y Estados Unidos. Hasta ahora lideraba junto a Estados Unidos el globalismo internacional, pero la victoria de Trump amenaza seriamente su hegemonismo. La UE corre el riesgo de quedar reducida a la nada entre unos Estados Unidos emergentes bajo la égida de Trump y el auge de los países BRICS, liderados por Rusia y China.

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