La doble moral de cierta izquierda con la boda de José Luis Martínez-Almeida
Los mismos que hablan de salud mental, de no meterse con el físico de las personas, no han dudado en meterse con Almeida
El alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida se casaba este sábado en Madrid con su novia Teresa Urquijo. El enlace congregó la alta sociedad madrileña, ya que uno es el alcalde de Madrid y la otra una aristócrata emparentada con la Familia Real española. A estas horas ya hemos visto el baile, el discurso de Almeida, los invitados y centenares de críticas en redes sociales.
Celebraciones como la boda de José Luis Martínez-Almeida siempre levantan ampollas. Hay reproches que parecen naturales, como los que cuestionan que Telemadrid celebrara una programación especial el sábado. Otros, como reírse del físico del alcalde de Madrid, del rostro de la novia o del cuerpo de algunos de los invitados, son intolerables. Más de los guardianes de lo políticamente correcto, de la policía de la cosificación y la salud mental.
Una de ellas, por ejemplo, es Inés Hernand, la cómica que se hizo famosa en la gala de los Goya por hacer la pelota a Pedro Sánchez y a la izquierda. Cobró 5.000 euros por ese reportaje que hizo en RTVE, que no es poca cosa. Pues bien, Inés no ha dudado en compartir el vídeo del baile de Almeida con el texto: "Literalmente, terrores nocturnos pensando en lo que vino después". Como Inés Hernand, muchos otros usuarios se metieron con el físico de Esperanza Aguirre o con el sobrino de Almeida, cuestionando hasta su sexualidad.
Tampoco quedaron exentos de críticas los novios. El apodo que pusieron de moda a Almeida se repetía en Twitter, mientras que muchos otros usuarios se metían con Teresa Urquijo y su físico. Hasta Irene Montero cuestionó la boda, relacionando casos de corrupción con el enlace matrimonial.
La doble moral de cierta izquierda
No es demasiado empoderado asegurar que el alcalde de Madrid es gay, que la novia es muy fea o que la noche de bodas puede ser terrorífica. Imagínense cómo reaccionaría determinado progresismo si la boda fuera de Ada Colau o Ione Belarra. Meterse con el físico, atacar los novios porque consideras que son feos no es tener en cuenta la salud mental. Es más, quizás para Tània Verge podría ser un delito, según su departamento de Feminismos.
Lo definía bastante bien José Fernández Sánchez en Twitter: "Lo de la salud mental, no criticar el físico y respetar a las familias está muy bien hasta que eres de derechas y te llamas José Luis Martínez -Almeida. La hipocresía de la izquierda envidiosa". Algunos respondían a Fernández con el típico "y tú más", recordando ataques a la mujer de Pedro Sánchez o al físico del ministro Óscar Puente.
Lo que sucede es que es cierta izquierda quien ha impuesto que no podemos ni hacer broma del físico de las personas, ni aunque sea desde el humor. Han puesto de moda palabras como 'cosificar' y relacionan desde el Gobierno y el Govern la salud mental con comentarios contra la obesidad o la belleza. En cambio, parece que con Almeida todo vale para hacer broma en las redes sociales, sin que ningún dirigente de esta izquierda diga nada.
Seguramente, José Luis Martínez-Almeida les parece -a los que se ríen de su rostro- un meme, un personaje que no merece respeto. Se lo caricaturiza y ridiculiza, sin tener en cuenta que en las pasadas elecciones municipales sacó mayoría absoluta, con 29 concejales de 57. Al alcalde de Madrid se le puede criticar por su política, más faltaría. Sin embargo, los guardianes de lo privado, de respetar el físico, deberían predicar con el ejemplo.
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