Plano medio de Dolors Feliu en la manifestación del 11 de septiembre de 2023 sujetando una pancarta azul y alzando su brazo derecho haciendo la señal de las 4 barras de la senyera con los dedos
POLÍTICA

La división dentro del procesismo llega también a la ANC

Un sector crítico desafía a la dirección y su proyecto de la lista cívica

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) está viviendo en sus propias carnes el proceso de división que sufre el propio movimiento independentista. La dirección ha asumido el reto de presentarse a las próximas elecciones al Parlament, como medida de presión sobre los partidos procesistas (ERC, Junts y CUP). Pero un sector crítico ha convocado una reunión para debatir el momento actual de la entidad y qué función debe cumplir.

Consideran que la ANC ha perdido su capacidad movilizadora y cuestionan que tenga que competir en unas elecciones con otros partidos. Pesos pesados como Pere Pugès, Jordi Pesarrodona, Pep Cruanyes y Jaume Marfany han convocado la reunión. Quieren que la ANC vuelva a ser el referente cívico del movimiento independentista.

La propuesta de la lista cívica ha provocado un nuevo cisma interno en la ANC y una guerra entre dirigentes y exdirigentes de la entidad. La Assemblea ha experimentado el mismo proceso de declive y división que el Consell de la República. Son instrumentos que nacieron al calor del auge del Procés, pero que se han visto condenados por la crisis política y la desmovilización. 

Cisma en la ANC

El análisis que hace el sector crítico es devastador, ya que la entidad ha pasado de 500 asambleas territoriales a menos de un centenar. Para resucitar el proyecto, han convocado una reunión en la que debatirán las nuevas estrategias y la hoja de ruta. Entre otras cosas, se discutirá la oportunidad de presentarse a las próximas elecciones al Parlament.

La idea de la lista cívica nace de la ausencia de una propuesta política de defensa de la vía unilateral independentista. Muchos votantes independentistas se sienten traicionados por los partidos tradicionales, pero hasta ahora solo tienen la abstención como alternativa. De ahí nace la idea de impulsar una candidatura electoral que represente sus aspiraciones.

El sector crítico que representan Pugès, Pesarrodona, Cruanyes y Marfany considera que la actual dirección ha llevado la entidad a la deriva. Y que ante su incapacidad para reconducir el proyecto, su única salida ha sido la lista cívica. Para ellos, el reto consiste en recuperar el liderazgo sin abandonar el ámbito de la sociedad civil.

La dirección se mantiene firme

Asambleas territoriales como Girona, Sabadell, Terrassa y Mataró se oponen frontalmente a la lista cívica. Reivindican el carácter “no partidista y plural” de la entidad, que descarta explícitamente su participación en contiendas electorales. Los críticos advierten que la inmensa mayoría de la ANC no quiere la lista cívica, y que al impulsarla desde una minoría, la dirección se ha puesto en evidencia.

Montaje con un primer plano de Dolors Feliu gritando con cara de enfadada y un plano medio de Puigdemont mirando hacia Dolors Feliu con cara de incredulidad. De fondo, varias banderas esteladas en la manifestación independentista

La actual dirección de la ANC rechaza la reunión impulsada por el sector crítico y recuerdan cuáles son los procedimientos orgánicos de la entidad. Los socios eligieron al Secretariado Nacional, y este toma las decisiones, que luego son refrendadas o rechazas en consultas o mediante enmiendas. La decisión de participar o no en las elecciones será sometida a una consulta entre el 1 y el 14 de marzo.

La realidad es que el independentismo llegará a las elecciones al Parlament (previstas para finales de 2024 o principios de 2025) más dividido que nunca. Las encuestas señalan un desgaste de ERC y Junts, que ni con la CUP sumarían una mayoría independentista. La presentación de la lista cívica podría perjudicar aún más al bloque soberanista.

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