División entre los presos del procés

Lejos han quedado aquellos tiempos en los que los ‘presos polítics’ simbolizaban la unión del procesismo bajo un mismo objetivo. La división imperante en ERC y Junts también ha roto la unidad de los nueve condenados por el procés. Líderes como Junqueras y Turull se pelean ahora por la investidura de Pedro Sánchez.

Los últimos en mostrar sus discrepancias han sido Joaquim Forn, de Junts, y Dolors Bassa, de ERC. Joaquim Forn fue condenado a 10 años y seis meses de cárcel por sedición, por promover el referéndum cuando era Consejero de Interior. Dolors Bassa fue condenada a 12 años por sedición y malversación, por haber facilitado el referéndum cuando era Consejera de Trabajo.

Forn, con la línea dura

Joaquim Forn ha roto su silencio en una entrevista en Vilaweb. El exconsejero ha dicho que la amnistía para todos los condenados del procés es “un paso necesario pero insuficiente” para investir a Pedro Sánchez. En esta línea, ha advertido que “esto por sí solo no resuelve el conflicto político entre Cataluña y España”.

Forn se posiciona así con la tesis del independentismo radical, partidario de tensar la cuerda al máximo en las negociaciones con el PSOE. Para él, Junts debe poner la autodeterminación como punto innegociable de las negociaciones. Pide un referéndum, el blindaje de la escuela catalana, el financiamiento de la Generalitat, y la oficialidad del catalán en la Unión Europea.

“Sin un compromiso claro en estas cuestiones no veo posible plantear un pacto con Pedro Sánchez”, afirma. Por lo tanto, se posiciona con la línea de referéndum o elecciones.

Dolors Bassa discrepa

La exconsejera Dolors Bassa ha manifestado también su opinión sobre la estrategia a seguir con la investidura. En la línea de ERC, se ha mostrado favorable a rebajar las condiciones para investir un gobierno progresista.

“La amnistía es una buena justificación del apoyo de los partidos independentistas” a la investidura, ha dicho. En su opinión, hacer presidente a Pedro Sanchez “es una oportunidad para poder condicionar el gobierno estatal con nuevos logros”. La exconsejera renunciaría por lo tanto a la propuesta de máximos del referéndum.

Su posición pragmática coincide con la estrategia de Esquerra, defendida por su líder Oriol Junqueras. Este ha defendido la negociación de “avances en la autodeterminación, la amnistía, economía e infraestructuras”. Pero descarta poner el referéndum como ultimátum para forzar unas nuevas elecciones.

Turull y Rull, el sector duro de Junts

Jordi Turull y Josep Rull representan al sector intransigente de Junts partidarios de tensar la cuerda con el PSOE. Incluso plantean la necesidad del bloqueo político si Pedro Sánchez no accede a su petición de máximos. Este es el sector que presiona a Carles Puigdemont para que mantenga una negociación dura.

Los dos expresos del procés cargan contra otro expreso, Junqueras, y su estrategia de “volver al autonomismo”. Por su lado, Carme Forcadell, de la órbita de Esquerra, recordó en un acto reciente a Pedro Sánchez su compromiso de una consulta en Cataluña.

Hay que recordar que Carme Forcadell y Joaquim Forn presiden el Acord Social per l’Amnistia i l’Autodeterminació.

El silencio de los Jordis

Sorprende el silencio de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, dos de los líderes más carismáticos del Procés. Tras recibir el indulto, Jordi Cuixart fue uno de los más vehementes en apelar a la necesidad de la amnistía y el referéndum. Pero lleva tiempo retirado de la primera línea política y de momento no ha dado su parecer.

Lo mismo ocurre con Jordi Sánchez, que salió de Junts de malas formas y desde entonces guarda un riguroso silencio. A diferencia de Sánchez, Cuixart sí tiene una buena relación con Puigdemont, y podría influenciar en su decisión final.