Marta Rovira y Oriol Junqueras, de ERC, con un dibujo de un corazón roto

POLÍTICA

El distanciamiento entre Junqueras y Rovira hace candidato a Pere Aragonès

Hay una fecha clave: el 10 de enero Pere Aragonès viajó a Suiza para obtener el ok de Marta Rovira, muy alejada de Oriol Junqueras en los últimos meses

El 10 de enero era miércoles y laborable, pero Pere Aragonès se lo cogió de fiesta. Se fue a Ginebra, en Suiza, para reunirse con Marta Rovira y cerrar su proclamación como candidato de ERC a la Generalitat otra vez. No era la primera reunión con Rovira en el país transalpino: un mes antes pusieron las bases para que Aragonès fuera proclamado número uno y no Oriol Junqueras. Estos movimientos delatan dos cuestiones clave: Marta Rovira sigue mandando mucho en Esquerra y su distanciamiento con Junqueras es una realidad.

Este ha sido el principal error que muchos han cometido cuando analizaban internamente a Esquerra Republicana de Cataluña. Se daba por hecho que el sector más joven del partido estaba con Pere Aragonès y Oriol Junqueras contaba con la vieja guardia, incluida Marta Rovira, con quien tenía una excelente relación. La realidad es que el presidente de Esquerra se ha ido distanciando de todo el mundo y sus conexiones dentro el partido son limitadas. 

¿Qué ha pasado entre Marta Rovira y Oriol Junqueras? Esta es la pregunta del millón. Fuentes del partido en el Parlament señalan que se trataría más de una cuestión humana que no política. Junqueras ha perdido el respeto de muchos dirigentes de Esquerra más por las formas que no por la hoja de ruta republicana. Si se fijan, Pere Aragonès mantiene el discurso que marcó el presidente, distanciado de la unilateralidad y más ancorado a la izquierda y la gobernabilidad. 

El candidato número 1 de ERC por Barcelona al Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, comparece tras conocer los resultados de la jornada electoral

El problema, pues, entre Marta Rovira y Oriol Junqueras no sería político. No hay voluntad de virar el discurso de Esquerra, de momento. Otra cosa será si el partido se hunde en las elecciones catalanas, pero eso será un nuevo capítulo de esta serie. De momento, no se cuestiona al Junqueras político, se aísla al Oriol por lo que sucede puertas adentro. 

Además, los malos resultados de ERC en las municipales y las generales no señalan a Aragonès, sino que han situado en la diana de los militantes de base al presidente del partido. De un lado porque al primero se le ve como alguien "nuevo". Del otro porque es Junqueras quien elige a Gabriel Rufián como cabeza de cartel y quien decide pactar con el PSC en tres de las cuatro diputaciones. De este ciclo electoral, Aragonès salió indemne -más allá de mantener un bajísimo perfil político-, mientras que la figura de Junqueras quedó muy cuestionada por el militante de calle.

Fotografía de un monitor de televisión con la política de ERC Marta Rovira haciendo una intervención por videollamada en un acto de su partido

Marta Rovira, clave en la elección de Pere Aragonès

La secretaria general de Esquerra manda, y mucho. En el partido valoran su opinión y en el debate entre Junqueras y Aragonès, esta fue clave. Algunos medios venden la elección del president de la Generalitat como lógica y natural. Defienden que no hubo debate o que fue muy escaso. Nada más lejos de la realidad: Oriol Junqueras se dejó querer y midió sus fuerzas internas. Hasta que Marta Rovira dejó claro que el candidato debía ser Pere Aragonès y que era necesario hacerlo público lo antes posible.

A partir de aquí, Junqueras asume que no será candidato, aunque la amnistía lo permita e intenta reforzar su papel en el partido. Ficha a Oriol Duran, el secretario de medios de la Generalitat, para la formación y pacta que su espacio político no sea cuestionado. Junqueras, además, se guarda la carta de 2029 y de erigirse como "el salvador" de Esquerra si Aragonès fracasa en las elecciones al Parlament.

En este sentido hay que entender también el ascenso de Sergi Sabrià, alineado con las tesis de Aragonès y Marta Rovira. El president de la Generalitat tiene el ok de Suiza y de quién controla el partido y empieza el 2024 donde quería. Y en gran parte es gracias a la enorme distancia entre Oriol Junqueras y Marta Rovira.