La Diada, el primer desafío de Salvador Illa en la Cataluña del postprocés
El nuevo President traslada la idea de un catalanismo integrador desde la diversidad
Doce años después de la manifestación masiva que dio inicio al Procés, Cataluña vive hoy la primera Diada con un presidente de la Generalitat no independentista. Lejos de ver la cita con incomodidad, Salvador Illa quiere aprovechar el momento para establecer un nuevo marco de convivencia en la Cataluña del postprocés. En su discurso institucional ha sentado las bases de su proyecto nacional, asentado en la idea de un “catalanismo integrador desde la diversidad”.
Durante años el Procés expulsó a los catalanes no independentistas de las principales manifestaciones nacionales de Cataluña, entre ellas la Diada del 11-S. La voluntad del PSC es dejar atrás esa etapa, y dar paso a un nuevo período de entendimiento y transversalidad.
El primer gesto de Salvador Illa ha sido recuperar el Palau de la Generalitat como escenario para su discurso, devolviendo así a la Diada su tono institucional. El mensaje es claro, y es que todos los catalanes deben poder sentirse representados y expresar su catalanismo de las formas más diversas. Se trata también de reforzar el prestigio de la institución, en un sentido transversal, tras años de abandono por parte de los gobiernos separatistas.
En segundo lugar, el President ha querido reforzar su mensaje a través de un discurso donde han destacado conceptos como “pacto”, “acuerdo” y “concordia”. El nuevo inquilino de la Generalitat ha trasladado la idea de “diversidad y unidad”, dos conceptos hasta ahora antagónicos. No han faltado las referencias a los servicios públicos y la necesidad de una “tercera transformación” para relanzar el progreso social en Cataluña.
El Govern se desmarca de los actos de la ANC
En la línea de lo que ya sucedió con los últimos años del Govern Aragonès, la Diada vendrá marcada por la distancia entre los actos oficiales y la manifestación independentista. Con todo, no se esperan grandes cambios en los actos oficiales en los que el PSC ha querido velar por la máxima transversalidad posible.
Destacarán la tradicional ofrenda al monumento de Rafael de Casanova, por la mañana, donde sí se esperan los tradicionales abucheos. Y el acto de cierre, a las diez de la noche, en Montjuïc, donde se quiere representar con todo su calado la pluralidad de Cataluña.
Lo que sí será una novedad es que este año, por primera vez, no habrá representación del Govern en los actos independentistas.
El PSC no enviará ningún representante a la manifestación como solían hacer los gobiernos independentistas, incluso en los momentos de máxima tensión entre ERC y la ANC. El nuevo ejecutivo insiste en su vinculación exclusiva a los actos institucionales para marcar su compromiso con la transversalidad, siempre desde el respeto a las diferentes iniciativas de la sociedad civil.
Salvador Illa y la vía del apaciguamiento
La Diada muestra la estrategia de Salvador Illa frente al independentismo, que no pasa por la confrontación sino por el apaciguamiento. El President es consciente de que la jornada estará marcada por la hostilidad del independentismo hacia el nuevo Govern. Pero también sabe que los independentistas llegan a esta Diada más divididos que nunca, y que la crisis del procesismo juega a su favor.
En el PSC creen que el independentismo no es ahora mismo una amenaza real para el Govern Illa, y por lo tanto no es necesario adoptar una estrategia agresiva. El mensaje integrador y la eficencia del nuevo gobierno serás suficientes para consolidar e incluso ir ensanchando la base del nuevo proyecto.
Marcar distancias con el independentismo en esta Diada servirá también para reforzar la descompresión ideológica de las instituciones catalanas. Menos ideología, más eficiencia y más servicios públicos, esta es la idea en la que se fundamenta el gobierno de Salvador Illa. Y esta Diada ofrece la primera oportunidad para presentar sus credenciales a todos los catalanes.
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