El día de la marmota: otra prueba de fuego del procesismo a Pedro Sánchez
Llega una nueva semana y, con ella, otra prueba de Junts y ERC para Pedro Sánchez y el Gobierno, que empieza a acostumbrarse a pasar exámenes constantes
Suena el despertador, son las 7 de la mañana y te levantas. Miras el calendario y, sorpresa, sigue siendo el mismo día. Estás atrapado en el día de la marmota. Así se siente uno cuando escucha a dirigentes de ERC y de Junts per Catalunya hablar de "prueba de algodón" a Sánchez o de "poner la confianza a prueba".
Es como en segundo de bachillerato, que cada dos días había un examen que podía ser decisivo para lograr la nota e ir tranquila a la selectividad. Esto es ahora mismo la política española tras el pacto entre el PSOE y los partidos procesistas. La legislatura empezaba el 29 de noviembre, no llevamos ni dos meses y Sánchez ya ha pasado varias pruebas de fuego. Fue examinado para la mesa del Congreso, en su elección y en los primeros decretos que presentó a votación. Ahora, ERC y Junts le vuelven a someter a prueba por la 'Operación Cataluña'.
"El Gobierno de Pedro Sánchez no puede restar impasible. Será una nueva prueba del algodón para demostrar que se diferencian", aseguraba este lunes la portavoz de ERC, Raquel Sans. Al otro lado, Jordi Turull, evidenciaba una vez más que la confianza con Pedro Sánchez es relativa y que se la tendrá que ganar otra vez.
El Procés llega al Congreso
Lo decía hace ya tres años Alejandro Fernández: "El Procés ha mutado y se va a trasladar al Congreso de los Diputados". Y parece que el tiempo le da la razón. Más allá del uno de octubre, la política catalana se instaló en una especie de rueda de hámster, con mucha proclama y poco más. Desde 2017 el procesismo entró en su particular día de la marmota, esperando jugadas maestras, golpes de efecto y sentencias de Europa.
Paralelamente, el movimiento se iba desgastando, haciendo pequeño y volviéndose agrio. La revolución de las sonrisas mutó a una lucha constante por la hegemonía procesista. Hasta las generales de julio, cuando Pedro Sánchez volvió a situar a ERC y Junts en el centro del tablero político y las dos formaciones decidieron aprovecharlo para recuperar los mejores capítulos del Procés.
Y aquí estamos, de prueba de fuego a prueba de fuego y tiro porque me toca. La semana pasada fueron los decretos, esta es la 'Operación Cataluña' y la próxima la ley orgánica de inmigración. Cualquier negociación le sirve al procesismo para tirar de épica, para pasar por delante de su enemigo íntimo y para hacer creer que esta vez sí, que 'ara és l'hora'.
Los catalanes sufrimos un día de la marmota que desprestigió al independentismo hasta caricaturizarlo y ahora es el Congreso y la política española quien lo hace. Y todo esto a las puertas de unas elecciones catalanas, que intensificarán las posturas tanto de ERC, como de Junts per Catalunya. Suena el despertador, son las 7 de la mañana y vuelve a pasar lo mismo que en la semana anterior.
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