
Denuncian el traslado de cientos de inmigrantes ilegales a Barcelona
El plan de Sánchez de controlar la inmigración desde los países de origen se muestra profundamente ineficaz
El analista y experto en inmigración, Rubén Pulido, ha explicado a través de redes sociales que el Gobierno continúa trasladando inmigrantes irregulares por el resto de España. En esta ocasión, a Barcelona, vía aeropuerto de El Prat. La imagen que ha compartido en exclusiva muestra un grupo de inmigrantes que esperan para salir de la terminal, escoltados por un agente de Guardia Civil.
“Aeropuerto de Barcelona-El Prat, también objetivo de los traslados de cientos de inmigrantes ilegales desde las Islas Canarias. La imagen es el reflejo de la situación en la que nos encontramos, la ilegalidad ha sobrepasado toda legalidad vigente. Las fronteras son inexistentes”, dice Pulido en su mensaje:
Esta situación no es ni mucho menos una novedad. Por el contrario, es un patrón que se repite desde que las Islas Canarias reciben una enorme presión migratoria. Ante la natural incapacidad del archipiélago para absorber a los inmigrantes, el Gobierno ha optado por repartirlos por todo el país, en lugar de controlar la frontera.

Una dinámica general
Si observamos los datos, se constata que la ruta migratoria hacia las Canarias soporta mucha tensión. En 2024, hubo un aumento de llegadas de un espectacular 1.184%. Es más, en tan solo un mes llegaron más personas que durante todo el primer semestre del año anterior. Por su parte, la ruta italiana llega 66.317 personas, que es un 58% menos que el año anterior.
Una de las derivadas de esta situación es el reparto de los menores no acompañados. De hecho, el reparto de ‘menas’ fue uno de los motivos por los que se paró la reforma de la Ley de Extranjería, que se encontró con la oposición de PP, Vox y Junts. Y por el momento la reforma de la ley sigue igual de estancada.
A nivel geopolítico, el Gobierno español ha intentado tirar de talonario en los países de origen y salida. En Marruecos, por ejemplo, España ha doblado sus inversiones (de 400 a 800 millones de euros), pero la realidad es tozuda y la monarquía marroquí sigue usando la presión migratoria a voluntad. Por otra parte, el plan de Sánchez de la “migración circular” (contratar en el origen y devolver al final del contrato) se ha mostrado profundamente ineficaz.
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