Europa Press Del pinchazo del 'Parlament fake' a la guerra en la ANC: el procesismo se hunde
Amplios sectores procesistas tienen dificultades para entender el cambio político que ha empezado en Cataluña
El independentismo catalán atraviesa una crisis profunda y evidente. Desde que perdió la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas, el procesismo ha ido cayendo en picado. Dos eventos recientes ilustran esta decadencia: la fallida propuesta de Joan Carretero de crear un "Parlament Lliure" y la lucha interna que está destrozando la ANC.
Joan Carretero y el "Parlament Lliure": un intento fallido de revivir el independentismo
Joan Carretero, exconseller de Governació y líder de Reagrupament, ha intentado rescatar un proyecto alternativo para la independencia catalana: el "Parlament Lliure". Este nuevo parlamento pretendía ofrecer una alternativa al sistema autonómico y buscar un reconocimiento internacional. Sin embargo, y para sorpresa de nadie, el proyecto no ha contado con el respaldo esperado.
A pesar de que la propuesta surgió con un importante aparato mediático, en su reciente presentación en Barcelona se ha encontrado con numerosos interrogantes y críticas. Entre ellas, su viabilidad legal y democrática, así como el registro de votantes que plantea Carretero. En cualquier caso, la prueba del fracaso está en que la presentación solo contó con 90 personas cuando se propone nada menos que representar a toda Cataluña.
Artur Mas con Joan Carretero | Redes sociales
Se trata, en fin, de un destilado de procesismo que además llega especialmente a destiempo. Después de las últimas elecciones autonómicas, el procesismo parece incapaz de asumir el cambio sociopolítico que ha empezado Cataluña. Y su primer y más destacado efecto es que las promesas procesistas ya no interpelan a la ciudadanía.
La ANC: entre la división interna y la pérdida de influencia
La crisis del procesismo también se refleja en la lucha interna que sacude a la ANC. La organización se encuentra fracturada por diferencias internas sobre su futuro. Los recientes movimientos de reforma de sus estatutos y su reglamento han provocado una ola de críticas y un manifiesto de rechazo. Un grupo significativo dentro de la ANC, que incluye a exsecretarios nacionales y líderes de base, ha denunciado que la dirección actual de la organización está llevando a la entidad hacia la desunión y la desmoralización.
El presidente de la ANC, Lluís Llach | Europa Press
El conflicto se centra en la propuesta de reforma de los estatutos, que algunos consideran una amenaza para la unidad y el carácter transversal de la ANC. Aseguran que la reforma está siendo aprobada sin el consenso necesario y sin un debate profundo entre las bases.
Las críticas apuntan a que la ANC, lejos de ser unificador, se ha convertido en un campo de batalla interna que refleja la fractura del independentismo catalán. Los críticos temen que la falta de democracia interna y las divisiones debiliten aún más a la ANC, que históricamente ha jugado un papel clave en la movilización popular a favor de la independencia.
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