Dejan en evidencia a Yolanda Díaz tras sus últimas declaraciones

Si Pedro Sánchez va de lío en lío, Yolanda Díaz no se queda corta. La líder de Sumar parece que tiene envidia del presidente del Gobierno y también reclama su cuota polémica. Si su jefe en el Consejo de Ministros la lía con la amnistía y sus controvertidas palabras en Israel, ella hace lo propio, pero provocando el enfado de los que deberían ser los ‘suyos’: el movimiento feminista.

Este sábado, las calles de Madrid se llenaron para conmemorar el 25 de noviembre, Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Yolanda Díaz dijo que no asistiría porque “el cuerpo a veces no puede llegar a todo y hay que frenar”. Este podría ser un motivo comprensible si no fuera porque varias usuarias dejaron en evidencia a la vicepresidenta del Gobierno por su doble rasero a la hora de acudir a según qué acto.

La periodista Analía Plaza le recordó la noticia del pasado 8 de marzo, en la que se informaba de que Yolanda Díaz no acudiría a “ninguna manifestación del 8M alegando que es el cumpleaños de su hija”. Plaza le dejó claro que “te vamos pillando”, señalando que no se trata de algo puntual esto de no asistir a manifestaciones feministas.

Algo que muchas otras usuarias criticaron de Yolanda Díaz fue su predisposición a acudir a otros actos. “El día de la entrega de los premios Forbes debía de estar mucho más descansada”, decía una. “Para ir a los premios Planeta y mil más le faltó tiempo”, le recordaba otra, exponiendo capturas de noticias en las que la vicepresidenta asistía a actos como los Planeta, los premios 20minutos o festivales organizados por elDiarioes o SER Galicia. 

Otras usuarias quisieron dar una explicación a su ausencia a la manifestación del 25N. “Ella sabe que las feministas no la quieren”, “se teme la pitada monumental” o “tiene miedo a los abucheos” fueron algunos de los comentarios que se podían leer sobre su decisión de no acudir al acto. Esta es, pues, otra demostración de la división que existe entre los partidos de la izquierda institucional como Podemos y Sumar con el movimiento feminista, que lleva años denunciando que estos partidos se han vendido a los intereses del transactivismo.