Montaje con un primer plano medio de Viktor Orban, Girogia Meloni y Marine Le Pen

POLÍTICA

Los diez mandamientos de la revolución conservadora contra el poder en Europa

Más controles migratorios, más seguridad, más proteccionismo y más soberanía para los estados

Los últimos sondeos del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales arrojan un auge de la ultraderecha en países como Austria, Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos y República Checa. Estas opciones se consolidarían también en países de la periferia como Polonia, Hungría y Eslovaquia. 

La perspectiva de un ascenso de los partidos del grupo Identidad y Democracia desata los nervios en las cancillerías europeas. Las encuestas señalan no solo un auge de la nueva derecha, sino también un declive de la izquierda y la derecha tradicional. Es decir, de lo que se interpreta como el establishment.

Las últimas protestas campesinas en países como Francia o Alemania anuncian ya un nuevo escenario en Europa. Ahora, los sondeos certifican que estamos ante una revolución conservadora del pueblo contra el poder establecido. Este es el decálogo de los partidos llamados a recabar el descontento de los perdedores de la globalización.

El decálogo de la revolución conservadora que viene

En primer lugar, estos partidos defienden una enmienda a la totalidad de la Agenda 2030 como responsable de la pérdida de soberanía de los estados y el empobrecimiento de las clases populares. Proponen que las decisiones vuelvan a tomarlas los estados, y no unas élites desde no se sabe bien donde. También defienden una reforma estructural de la Unión Europea, pasando a un poder descentralizado.

En segundo lugar, centran sus reclamos en el endurecimiento de las leyes de inmigración. Proponen mayores controles fronterizos, más dificultades para acceder a las solicitudes de asilo, deportaciones masivas y más dureza en los códigos penales. También que las ayudas sociales vayan destinadas preferentemente a los autóctonos.

Decenas de subsaharianos en un cayuco interceptado por un barco de la Cruz Roja

El tercer punto es el proteccionismo comercial, con aranceles que protejan la producción nacional frente a la importación y exportación de grandes potencias como China. Proponen la imposición de aranceles y barreras a la entrada de aquellos productos que no cumplan con las normas que asfixian a nuestros productores. A la vez, un plan ambicioso de desarrollo para productores del primero y segundo sector. 

Una cuarta propuesta es el proteccionismo energético, orientado a reducir la dependencia energética de países como Rusia. También son contrarios a la llamada transición verde, que encarece el precio de la energía y pone trabas a la clase media empobrecida. Muchos son partidarios de recuperar las nucleares y los combustibles fósciles.

Quinto, estos partidos defienden la soberanía alimentaria, es decir, el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sostenibles de producción, distribución y consumo de alumnos. En este sentido defienden la pequeña y mediana producción, frente a las extensivas. Esto supone sobre todo una defensa de los productores locales.

Primer plano de Giorgia Meloni sonriendo ligeramente

En sexto lugar, en materia social denuncian el lobby LGTBI+ y en especial los pasos que se están dando con medidas como ley Trans. Por el contrario, defienden políticas de defensa de las familias, y en particular de los menores. Ligado a eso, pretenden erradicar la ideología de género de las escuelas y los institutos.

El séptimo punto tiene que ver con la cultura de la vida y el fomento de la natalidad. Estos partidos son partidarios de limitar derechos como el aborto e incentivar económicamente a las familias para que tengan más hijos. Una de sus obsesiones consiste en frenar lo que denominan la sustitución poblacional en Europa.

Octavo, en materia económica y fiscal proponen bajar los impuestos y fomentar la cultura del empleo. Por ejemplo, invirtiendo para crear más puestos de trabajo y subir los salarios restando carga fiscal a las empresas. Pero también eliminando ayudas como la renta básica que consideran un desincentivo laboral.

En noveno lugar, en materia de seguridad estos partidos son partidarios de dejar de suministrar armamento a Ucrania y dejar de castigar a Rusia. Reforzar la seguridad interior de los países también es una prioridad. En este sentido, ponen la alerta en el aumento del yihadismo y la necesidad de reforzar la vigilancia.

Finalmente, los partidos ultraconservadores tienen como misión la batalla cultural contra la ideología woke y su erradicación de todos los ámbitos. En este sentido, pertenden impedir su penetración en escuelas y medios de comunicación. También eliminar la influencia de organismos supranacionales que limitan la soberanía nacional.