El debate sobre inmigración estalla en Manresa: insultos y ataques en pleno municipal
Junts acusa a CUP y ERC de un 'ataque coral' con insultos y acusaciones personales
Pronto se cumplirá un año de la pelea multitudinaria entre jóvenes extranjeros en el centro de Manresa, que hizo emerger el problema de la inseguridad en la ciudad. Aquello motivó una manifestación con centenares de vecinos y comerciantes unidos bajo el lema “Manresa dice basta”. A su vez, esto provocó la reacción contraria: una manifestación de la izquierda que acusaba a los otros de utilizar la seguridad para promover el racismo.
Como toda Cataluña, Manresa está dividida entre el hartazgo de la ciudadanía que sufre las consecuencias de la inseguridad, y la izquierda obsesionada con el racismo y la extrema derecha.
Esto se ha manifestado este jueves con una bronca monumental en el pleno municipal, entre Junts, por un lado, y ERC y la CUP, por otro. Se produjo durante el debate de una moción presentada por Junts, para frenar la huida de manresanos que se van a vivir fuera de la ciudad. En su exposición, el concejal y presidente de Junts en Manresa, Ramon Bacardit, ha hablado de “sustitución” demográfica y de “éxodo”, palabras que han dado pie a la bronca con insultos y acusaciones personales.
Ramon Bacardit ha denunciado en Twitter haber sido objeto de un ataque “furibundo y personalizado hacia mi persona, de forma coral y orquestada por parte de CUP y ERC, con insultos, difamaciones y burlas”. Bacardit fue desde el primer momento la cara visible del movimiento contra la inseguridad en Manresa, y desde entonces la izquierda se la tiene jurada. “Solo tengo un mensaje, seguiremos denunciando serenamente lo que no va bien en Manresa”, se ha reafirmado el concejal de Junts.
Insultos y acusaciones
En su respuesta a Ramon Bacardit, el concejal de la CUP, Jordi Trapé, ha criticado a Junts por “utilizar la retórica de la extrema derecha” para “promover la xenofobia, la deshumanización del extranjero, y la división social”. Además ha acusado a Bacardit de hacerlo con fines electorales, y ha dicho que “nunca hubiéramos esperado de su partido un viraje como el que está experimentando”.
Trapé ha reprochado a Junts utilizar el término “extrema izquierda”, ir de la mano de la extrema derecha en las manifestaciones, utilizar imágenes de mujeres marroquíes en un vídeo de campaña sobre la inseguridad, y mentir “deliberadamente” sobre los datos de escolarización en nuestra ciudad. “Estamos en una ola reaccionaria, y vosotros habéis decidido subiros a ella”.
El PSC también cargó contra Junts por su deriva “hacia la extrema derecha”, y utilizó apelativos como “clasistas” y “etnicistas reaccionarios”.
El concejal de ERC, Pol Huguet, también fue especialmente duro con Ramon Bacardit, a quien llamó “manipulador” e “intoxicador de odio”. La animó a “preguntar a los manresanos musulmanes como viven el auge de la extrema derecha”, y añadió que “van por la calle con más miedo que nunca” y que “las mujeres reciben más insultos por llevar pañuelo”. “Rabia, pena y vergüenza” es lo que dijo sentir el concejal republicano “por difundir el discurso del odio por un puñado de votos”.
Bacardit se defiende
En su turno réplica, Bacardit denunció un “ataque a mi persona” como “estrategia de ERC desde la campaña electoral”. Además, dijo que “la moción no hablaba de xenofobia ni de segregación escolar”, y que quería atajar un problema real y no irse por las ramas con un debate ideológico. Finalmente ha negado los fines electoralistas, pero ha recordado que “la ciudad no va bien” y que “seguiremos denunciando” lo que no funciona.
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