El debate interno estalla en ERC pensando en el lunes
Los republicanos asumen su tercera posición y ya hay quien pide entrar en el Govern para mantener poder
Nos estamos haciendo las elecciones encima. Por primera vez en años, los catalanes tenemos asumido que este domingo pasarán cosas, que habrá sorpresas. Pensamos en el día 12 y poco en el 13, porque realmente, por lo menos en este diario, nada cambiará en función de los resultados. Es evidente que otros, tanto partidos políticos como medios de comunicación, viven algo totalmente distinto.
Uno de ellos es ERC, que ahora mismo acumula la cuota de poder más alta de su historia. Controla la Generalitat en solitario, gobierna en tres de las cuatro diputaciones provinciales y en decenas de ayuntamientos. Aunque no lo digan públicamente, los republicanos saben que esta fotografía no se repetirá y que los resultados de domingo serán malos.
Falta por descubrir la magnitud de la tragedia, un hecho que probablemente determinará qué sucederá internamente en Esquerra. Pere Aragonès ya ha confirmado que no será consejero de ningún otro presidente, de modo que no parecería demasiado interesado en buscar acuerdos.
El mapa electoral que nos dejarán las elecciones de domingo será clave. Es posible que la suma de Junts, ERC y la CUP no llegue a los 68 diputados. Podría ser -aunque es más complicado- que el PSC, Esquerra y los Comuns tampoco llegaran a la mayoría absoluta. En los dos casos, pues, Esquerra quedaría invalidada para formar un Govern de coalición y solo serviría la sociovergencia o una repetición electoral.
Pongámonos en el caso que un nuevo tripartito sí que sume y la sociovergencia queda descartada. Los republicanos deberían decidir entre ser muleta de Salvador Illa y quedarse con el 30% del poder de la Generalitat, o bien mantener el Govern hasta nuevas elecciones en octubre. Y, por lo que sabemos, el debate interno ya ha empezado.
¿Otras elecciones y mantener poder a toda costa?
Es evidente que hay un sector de ERC que opta para el acuerdo con el PSC. Perder la Generalitat sería un duro golpe para el partido, tanto económico, como de influencia y de cohesión interna. Hay mucha gente que ahora mismo goza de un sueldo abundante gracias a Esquerra. Es más, hay hasta un relato creado para justificar un acuerdo con Illa y Albiach: evitar la parálisis, el ascenso de Aliança Catalana y priorizar una mirada de izquierdas.
El problema es que no todo el mundo en la calle Calabria cree que esta sería la mejor opción. La alternativa sería forzar elecciones para octubre y justificarse con la negativa del PSC a un referéndum y a un pacto fiscal. Esta decisión permitiría salvar el liderazgo de Pere Aragonès y, algo quizás más importante, seguir gobernando la Generalitat en solitario hasta octubre.
Antes de seguir, tendríamos que poner un asterisco al candidato. Uno de los rumores que sobrevuelan la campaña iría en otra dirección y señala directamente a Oriol Junqueras. Si la repetición electoral fuera en octubre, el presidente de ERC podría ser el candidato, con la intención de mejorar resultados.
El sector que quiere pactar con el PSC quiere evitar la sociovergiencia y pasarse cuatro años en la oposición y con una crisis interna a punto de estallar. Los que defienden aguantar el tipo e ir a elecciones confían en enderezar la situación y aprovechar el Govern hasta octubre. Probablemente, el resultado de domingo influirá. De hecho, si más malo de lo previsto, quizás ERC queda fuera de cualquier posible pacto de gobierno.
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