El debate sobre la expulsión de delincuentes reincidentes llega al Congreso

El viraje de Junts per Catalunya en la cuestión migratoria ha llegado hasta el Congreso de los Diputados. El partido de Carles Puigdemont ha recuperado su identidad de partido de orden en Cataluña. Y está dispuesto a utilizar todos los escenarios y portavoces para difundir su nuevo mensaje.

En la sesión de este miércoles, el diputado de Junts en el Congreso Josep Maria Cruset ha lanzado una advertencia al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. “No seamos imprudentes, nada alimenta más la extrema derecha que el abandono de funciones que ustedes están haciendo. Hagan el trabajo para que se aplique aquello que esta cámara aprobó, quien es multirreincidente no puede quedar impune”.

La intervención de Josep Maria Cruset contiene todo el nuevo ideario de Junts en el tema migratorio. Por un lado, señalar a la extrema derecha para desmarcarse de partidos como Aliança Catalana y de posibles acusaciones por parte de la izquierda. Por otro lado, hacer hincapié en el problema de la inseguridad.

Mensaje contundente de Junts

Cruset ha dicho que “en muchos pueblos y ciudades de Cataluña hay una sensación de enorme inseguridad”. Puso como ejemplo Barcelona, donde “269 multirreincidentes acumulan más de cuatro mil hechos delictivos”. El diputado afirmó rotundamente que “la gente está harta porque ven que los delincuentes tienen impunidad”.

También afirmó que la inseguridad es la principal preocupación de los ciudadanos, y que “la inacción” del gobierno español “desmotiva” a la policía y hace que los ayuntamientos “se sientan solos”. Fue entonces cuando le recordó que el Congreso introdujo los cambios en el Código Penal para atajar este problema. El diputado lamentó que no solo no se ha producido ninguna mejora, sino que la situación ha empeorado.

Recurrió al refranero popular “quien la hace la paga” para pedir al ministro que haga cumplir lo que se aprobó en la cámara. Junts traslada así el debate al Congreso de los Diputados para obtener un altavoz aún mayor. Su intención es agilizar la expulsión de los inmigrantes que delinquen de forma multirreincidente.

Competencia con Aliança Catalana

El cambio de discurso de Junts obedece a su intención de volver a convertirse en un partido de orden en Cataluña. Esto es así porque el espacio del buenismo ya está ocupado por ERC y la CUP, y el del orden ha sido ocupado por Aliança Catalana. Para recuperar votantes, los postconvergentes necesitan ahora competir con el partido de Sílvia Orriols.

Además, recientemente ha estallado el malestar entre los alcaldes postconvergentes en el Maresme. En esta comarca, pequeños pueblos de costa han visto multiplicar su población en poco tiempo debido a la inmigración. Los últimos incidentes protagonizados por menores extranjeros multirreincidentes ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Junts siempre se ha sentido incómodo con la cuestión migratoria, y de hecho la sección local en Ripoll permitió que Sílvia Orriols fuera alcaldesa rompiendo el cordón sanitario. Ahora se quita definitivamente la careta y los complejos. La intervención en el Congreso de ayer es la confirmación de este vuelco en el partido de Puigdemont.