La CUP no permite abrir una discoteca en Gerona porque al lado vive un okupa

Gerona finalmente no tendrá una nueva discoteca. Así lo ha dejado claro el ayuntamiento de la ciudad. Este viernes, 2 de febrero, se denegaba la licencia que se había presentado para empezar las obras en un edificio en desuso.

El proyecto era Alter, un nuevo local de ocio nocturno que tenía previsto empezar a construirse próximamente. Sin embargo, entidades vecinales han explicado al ayuntamiento que actualmente hay un okupa viviendo al lado. Por lo que la normativa municipal finalmente no tendría permiso para llevar a cabo las obras.

La CUP no deja abrir una discoteca en Gerona

Finalmente, la discoteca Alter no será una realidad. El alcalde de Gerona, Lluc Salellas, denegaba este viernes, 2 de febrero, la licencia para construir la nueva discoteca.

Esta estaba prevista que se construyera en el barrio de Fontajau, en un edificio que se encontraba en desuso y muy cerca de otros comercios dedicados al ocio.

No obstante, entidades vecinales de Sant Ponç y Fontajau se oponían desde un inicio al proyecto. De hecho, llegaron a recoger centenares de firmas en contra de la construcción de la nueva discoteca. 

Pero la decisión de abandonar el proyecto acababa haciéndose realidad después de que informaran al ayuntamiento de que un okupa vivía en el edificio de al lado.

Deniegan la licencia por un okupa

En un principio, se empezó la tramitación pertinente para poder llevar a cabo las obras con el anterior mandato, conjunto de Junts y ERC. El ayuntamiento, en aquel momento, constató que el edificio de al lado se encontraba en mal estado. Por lo que supusieron que no había nadie viviendo en la zona.

De hecho, el expediente salió en exposición pública en febrero del año pasado. Sin embargo, tiempo después, entidades vecinales contaron al ayuntamiento que al lado del local estaba viviendo un okupa.

Motivo por el que el alcalde de la CUP, Lluc Salellas, ha decidido finalmente este viernes, 2 de febrero, denegar la licencia para la apertura de la discoteca.

Y es que la normativa municipal no permite realizar este tipo de obras si se encuentra alguien viviendo en el edificio. "Es incompatible con el uso residencial y de viviendas del edificio que tendría al lado", informaban.

Aunque, en este caso, el okupa no estaría ni empadronado a la ciudad de Gerona ni el edificio contaría con una cédula de habitabilidad vigente.

La denegación para empezar las obras de la que sería la nueva discoteca no sería "ninguna cosa rara" ni excepcional, según ha asegurado el regidor de Urbanismo de Proximidad de Gerona, Lluís Martí.

Estaba previsto que la sala, ubicada en una nave en desuso de Pont de la Barca, contase con una capacidad de 600 personas. El nombre escogido era Alter, un juego de palabras con el río Ter, que se encuentra muy cerca, y la palabra 'alternativo'.