Una mujer con micrófono frente a un edificio histórico con un escudo en el fondo.
POLÍTICA

La CUP cree 'innecesaria' la detención de tres jóvenes por vandalizar la Generalitat

Arran lanzó bolas de pintura a la fachada del edificio institucional durante los actos de la Diada

El cumplimiento de la ley es el requisito básico para garantizar el orden y la convivencia en una sociedad. Algo que la izquierda independentista en Cataluña ha ignorado siempre, incluso después de su entrada en las instituciones.

Así lo evidencia su posicionamiento ante la detención de tres militantes de Arran, la organización juvenil de la CUP, por vandalizar la fachada del Palau de la Generalitat durante los actos de la Diada.

Fachada de un edificio con columnas de piedra y manchas de pintura roja.

Los Mossos d’Esquadra han detenido este jueves a tres personas por lanzar pintura a la fachada del edificio institucional en la plaza Sant Jaume de Barcelona. Los detenidos han pasado la noche en el calabozo, acusados de daños y desórdenes públicos. La CUP y todo su entramado de organizaciones y entidades han considerado “innecesaria y arbitraria” la actuación de la policía para hacer cumplir la ley.

La dirigente de la CUP Laia Estrada denuncia “un grosero intento de ensañamiento para lanzar el mensaje político de que nos vayamos a casa”.

Alerta Solidaria también señala una voluntad “ejemplificante y represiva” de los Mossos d’Esquadra para desmovilizar a los activistas.

Arran apunta a “un cambio de tendencia represiva con la llegada del PSC al gobierno” y amenaza con devolver el golpe.

El código penal establece que el castigo por daños ocasionados sobre bienes ajenos, con posible agravante cuando se trata de edificios institucionales. También castiga el desorden público cuando se altera el orden mediante actos violentos contra personas o propiedades. Cualquier persona que cometa estas acciones es susceptible de ser detenida y tener que enfrentarse a las consecuencias penales.

Así rige en un estado de derecho. Pero la CUP y su entorno, acostumbrados a años de impunidad, consideran “abusivo” la detención de tres personas por causar daños y desórdenes públicos. Por atacar, nada más y nada menos, que la máxima autoridad en Cataluña que es la Generalitat.

Ataque a la Generalitat durante la Diada

La reacción de la CUP ante las detenciones es un claro ejemplo de la relativización del concepto de autoridad que ha operado en Cataluña todos estos años.

La izquierda independentista consideran ilegítimo cualquier gobierno que no sea el suyo, incluso cuando ha sido elegido democráticamente. Por eso ven al PSC como un gobierno ilegítimo y a Salvador Illa como un usurpador.

Así lo manifestaron durante los actos de la Diada, en los que la organización juvenil Arran lanzó bolas de pintura contra la fachada del Palau de la Generalitat. Ocurrió en el transcurso de una manifestación, en la que se profirieron cánticos contra el gobierno de la Generalitat y contra la policía.

Todos estos años de permisividad ha envalentonado a los activistas, que han campado a sus anchas con una completa sensación de impunidad. De ahí que la detención de personas acusadas de graves delitos sea contemplada como un "represión" y "exceso".

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