La CUP exige 'sanciones' y 'despidos' para los sanitarios que hablen en castellano
Lo ha formulado el diputado cupaire Dani Castellà en la Comisión de Política Lingüística del Parlament
Uno de los compromisos del PSC con ERC para la investidura de Salvador Illa fue la creación de una Consejería de Política Lingüística. Su objetivo, fomentar la lengua catalana para evitar el retroceso de la misma ante los retos demográficos a los que se enfrenta la Cataluña de los ocho millones. El independentismo, no obstante, prefiere poner el acento en el “supremacismo castellano” en Cataluña.
Esta es la expresión que ha utilizado el diputado de la CUP Dani Cornellà en la Comisión de Política Lingüística reunida esta semana en el Parlament. El diputado cupaire ha definido así la situación lingüística en el ámbito de la sanidad, y ha pedido sanciones y despidos para los profesionales que se dirijan a los pacientes en castellano: “La respuesta tiene que ser clara y contundente, sanciones y a la calle”.
El diputado ha citado a la Plataforma per la Llengua para destacar los "casos de abuso y trato antiigualitario" como "un problema mucho más grande de discriminación lingüística en el Estado español". Estos, ha dicho, están relacionados con la "ideología supremacista castellana" del "nacionalismo español". Se trata según la CUP de un problema "estructural" de España y del carácter "discriminatorio" de su Constitución.
Hablar en catalán mejor el pronóstico del paciente
Para Dani Cornellà, "el hecho de que el médico no hable tu idioma es un peligro para nuestra salud". Así lo avala un estudio canadiense según el cual "la concordancia lingüística mejora el pronóstico médico hasta el punto de que el riesgo de mortalidad baja si los pacientes son atendidos en su idioma". La CUP se basa en este estudio para decir que "no se trata por lo tanto de una cuestión legal o identitaria" sino de mejora de la salud de los catalanes.
A continuación, Cornellà mencionó un informe europeo para constatar la "descriminación del catalán" tanto en las escuelas como en la administración. Esto incluye también el ámbito sanitario, donde "no siempre todos los pacientes pueden utilizar la lengua catalana". El diputado ha recordado las más de 200 quejas anuales por discriminación lingüística en el ámbito sanitario en Cataluña.
Cornellà señaló directamente a los profesionales que presionaron a los pacientes para que hablaran en castellano o que se negaron a prestar su servicio porque hablaban en catalán. En el por de los casos, asegura, se llega las insultos y las vexaciones. Por eso ha exigido al consejero que utilice el régimen sancionador para que la lengua nosea la voluntad del profesional y se respeten los derechos de los pacientes.
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