La cultura de la cancelación llega hasta la ópera y los catalanes se hartan
Los usuarios piden poder disfrutar de las artes sin tener que politizarlo todo
El wokismo no descansa. Y a falta de una política efectiva, el wokismo ha optado por manipular la cultura de masas. Los ejemplos son constantes y esta semana hemos visto dos. La nueva serie de Harry Potter le cambiará el color de la piel a uno de los personajes más famosos y la mítica saga de videojuegos GTA tendrá en cuenta a las “minorías”.
Pero tampoco hace falta salir de Cataluña para observar la obsesión woke por modificar el pasado. Ahora es el turno de la ópera. Según una crónica publicada en el diario Ara, la ópera Madame Butterfly, de Giacomo Puccini, podría ser una ocasión para reflexionar sobre temáticas de género.
Ante el dramatismo amoroso de esta obra, la autora de la crónica se pregunta si no sería mejor “explicar” según qué temas antes escuchar la ópera. “¿Temas como el desprecio a la mujer, la violencia de género y la falta de perspectiva feminista puede que tengan que explicarse antes de ver una representación de esta ópera (y de otras muchas, por supuesto)?”, propone la autora.
Acto seguido, hace un repaso a todos los “clichés” de esta historia, como que el papel de la protagonista “es representado según un arquetipo de la mujer sumisa, fiel y sacrificada, que se conforma con un papel secundario en relación con los hombres”. De paso, se refleja una visión “caduca” de las mujeres orientales.
Y de la misma manera, la ópera defendería la “glorificación del sacrificio extremo por amor y honor” de una mujer hacia un hombre emocionalmente irresponsable. De hecho, el personaje masculino “ejemplifica una arrogancia colonialista y patriarcal”. Y por esta razón la voz femenina “está condicionada por la narrativa masculina”.
Críticas entre los usuarios
Se trata de un ejemplo más del deseo ‘woke’ de modificar unos productos culturales que reflejaban una época determinada, y que no es la nuestra. Y esto es algo que los espectadores ya conocen por sí mismos. Aun así, acuden a disfrutar de esta ópera sin la intención de politizar incluso la música.
Esto explica las malas reacciones a este artículo del Ara. La alcaldesa de San Salvador, Anna Llobet (Junts), ha criticado en redes la progresiva cancelación sobre la cultura tradicional. “Cómo si fuéramos críos sin criterio, en nombre del laicismo, la multiculturalidad y el feminismo nos prohibirán els Pastorets, el Pesebre, muchas películas, libros, y ahora también nos prohibirán la ópera”:
Y en un sentido muy similar han reaccionado el resto de usuarios. Piden abandonar ya todas estas polémicas artificiales para no darle más recorrido al wokismo. “Hace falta poco para censurar el pensamiento”, se lamentan los usuarios.
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