Un hombre hablando en un podio con banderas de fondo.
POLÍTICA

La cuestión de confianza, el último tiro al aire de Carles Puigdemont

Junts quiere marcar músculo ante el PSOE pero corre el riesgo de conseguir justo el efecto contrario

Carles Puigdemont revolucionó este lunes la política española al exigir al presidente del Gobierno una cuestión de confianza. Junts considera que sus relaciones con el PSOE están prácticamente rotas. El motivo, el sistemático incumplimiento de los Acuerdos de Bruselas un año después.

Hombre con traje y corbata hablando frente a una bandera de España y un fondo azul.

Junts insiste en que el PSOE "no es de fiar", y advierte de que es "un punto de inflexión en la legislatura". Pero la cuestión de confianza es un mecanismo parlamnetario que solo puede poner en marcha el presidente del Gobierno. Y Pedro Sánchez ya ha dejado claro que no tiene intención de hacerlo, ni tampoco lo ve necesario.

Junts ha registrado la petición en la cámara baja, pero si el PSOE no acepta no se va a hacer. Y más allá de la queja, Puigdemont no aclaró como presionarán al Gobierno para que lo haga o si tienen pensado alguna alternativa. Parece que estamos ante un nuevo tiro al aire de Puigdemont, a quien últimamente no le sonríen las encuestas.

A la desesperada

Puigdemont ha trasladado este lunes en rueda de prensa su insatisfacción con el PSOE. Enumeró los compromisos pendientes, como el catalán en Europa y la aplicación de la amnistía. Por eso pidió que el presidente se someta a una votación en el Congreso, para evaluar la confianza de sus socios de gobierno.

En el trasfondo está la frustración de Puigdemont por el fracaso de su estrategia. El PSOE y el PSC tienen el gobierno de España, de Cataluña y del ayuntamiento. Y según la última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), Junts es el partido que más diputados perdería si hoy hubiera elecciones en Cataluña.

Junts lleva a cabo una arriesgada estrategia para remontar. Consiste en aprovechar la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez para obtener concesiones para Cataluña. Y luego presentarse en el Parlament como un gobierno en la sombra que consigue cosas mientras Salvador Illa sirve a los interses de Moncloa.

Esto no está calando, a la vista de las encuestas. Junts necesita marcar un perfil más duro, y agita la moción de confianza a sabiendas de que no prosperará. Es un arma de doble filo para Pedro Sánchez, que tiene poco que ganar y mucho de perder con este mecanismo.

No se atreve

Si Pedro Sánchez acepta someterse a la cuestión de confianza, necesitaría la mayoría simple del Congreso. Es decir, más votos afirmativos que negativos. Tendría que conseguir el voto afirmativo de todos sus socios, incluido Junts, y eso es demasiado riesgo para el PSOE.

Pero si era evidente que Pedro Sánchez no aceptaría, ¿por qué ha salido con esas Puigdemont? 

Si de verdad Puigdemont se siente engañado y considera que la legislatura está en vía muerta, tiene la opción de la moción de censura. Y ahí está la explicación. El expresident no se atreve a hacer caer el Gobierno, y por eso recurre a un mecanismo que sabe que no prosperará.

Puigdemont no quiere la moción de censura porque esto le obligaría a votar con el PP y con Vox. Además, perdería su posición privilegiada que ahora le ofrece el Gobierno de Pedro Sánchez. Su caída implicaría la incertidumbre de unas nuevas elecciones, y la más que probable conformación de un gobierno poco sensible a sus demandas.

Junts puede utilizar este espantajo para meter presión al PSOE. Pero en realidad está consiguiendo justo lo contrario. Trasladar la imagen de que quien tiene la sartén por el mango es Pedro Sánchez, y que seguirá jugando con Junts hasta que él quiere.

➡️ Política

Más noticias: