
El PP pone rumbo a las municipales de 2027 en Barcelona con 4 prioridades
Daniel Sirera enudrece su tono contra Jaume Collboni para aumentar sus expectativas de voto
Una impugnación total al gobierno de Jaume Collboni en Barcelona. Esto es lo que ha planteado Daniel Sirera en la puesta de largo del pistoletazo de salida de las próximas elecciones municipales. El líder del PP en Barcelona, que facilitó el ascenso de Collboni para impedir un gobierno independentista, apuesta ahora por un cambio radical.

En un acto celebrado ante personalidades de su partido, Sirera ha defendido un proyecto netamente conservador para enderezar la ciudad. Acusa a Collboni de haber desaprovechado la oportunidad de revertir las políticas colauistas. Ahora pide paso para restaurar el orden como ha hecho Xavier García Albiol en Badalona.
Daniel Sirera quiere crecer en la ciudad condal endureciendo su oposición al gobierno socialistas. Estos son las cuatro prioridades del programa electoral de los populares para las próximas municipales.
1. Seguridad
En la línea de otros líderes locales y de la dirección autonómica, el PP de Barcelona ha puesto el foco en la ocupación. Sirera ha recordado que el PP impulsó una ley antiokupación en el Congreso, que sigue bloqueada por el PSOE. En los últimos meses, Sirera recorre los barrios de Barcelona concienciando contra esta lacra.

Además, el PP de Barcelona propone aumentar la presencia policial en las calles y reforzar el sistema judicial para acabar con la multirreincidencia. Quiere centrar sus esfuerzos también en combatir el tráfico de drogas. Así como acabar con la impunidad de la delincuencia en el metro de Barcelona.
En definitiva, el PP apuesta por un modelo de orden basado en la presencia policial y la mano dura. Cree que después de ocho años de permisividad de Comuns y PSC, ha llegado el momento de aplicar un plan de choque.
2. Movilidad
El PP también tiene planes ambiciosos en cuanto a la movilidad. Sirera defiende la ampliación del puerto y el aeropuerto, y cree que tiene que ser una transformación ambiciosa. Los populares imaginan "una ciudad mediterránea conectada con el Pacífico", pero creen que el PSC está condicionado por sus socios.
Contra los partidos del "no a todo", el PP propone medidas valientes para mejorar el transporte. Apuestan por combionar el transporte público con el privado. Quieren acelerar la línea 9 del metro y sustituir la conexión del tranvía en la Diagonal por el bus exprés.
El PP de Barcelona propone ampliar la ronda literal, y cubrir la ronda de Dalt y del Mig y la Gran Via desde Glòries hasta el Besòs. Sirera se compromete a rediseñar algunos carriles bici y eliminar otros.
3. Economía
El PP de Barcelona considera que la economía ha sido uno de los grandes fracasos del gobierno de Collboni. Creen que no ha sido lo bastante valiente para superar los ocho años de colauismo.
Sirera quiere relanzar la economía barcelonesa para volver a situar la ciudad como capital mundial. Una forma de hacerlo es consolidar eventos como el Mobile World Congress y atraer nuevos espectáculos como los Juegos Olímpicos. En el PP defienden un modelo económico abierto como el de Ayuso en Madrid.

Una de las claves de la recuperación económica debe ser el turismo, contra la demonización de la izquierda. Quieren lanzar una ofensiva contra el cierre de los pisos turísticos, previsto para 2028. Además, el PP propone acabar con el infierno fiscal y reducir la burocracia.
4. Vivienda
La vivienda es otro tema que el PP quiere arrancar a la izquierda. En el caso de Barcelona, apuestan por la construcción de vivienda asequible mediante la colaboración público-privada. Defienden además una ciudad expansiva, que llegue donde llega el metro.
Si Sirera llega a la alcaldía, se compromete a eliminar la reserva del 30% en nuevas construcciones porque cree que es un freno a la construcción. También se propone revertir las desastrosas políticas de vivienda de los Comunes, que han dispara el precio del alquiler en Barcelona.
En definitiva, el PP propone un modelo liberal y conservador para recuperar el orden y el pulso económico en la ciudad condal. Revertir la decadencia de años de gobierno de la izquierda para volver a ser una ciudad moderna.
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