Cuando Puigdemont no le hacía ascos a la 'extrema derecha'
Salen a la luz los vínculos del expresident con líderes de partidos ultras europeos
En plena vorágine por la reapertura del caso Volhov, Carles Puigdemont se ha visto en el foco de la polémica por sus conexiones con la extrema derecha. Este lunes la televisión alemana emitió en prime time un reportaje de investigación sobre las conexiones del expresident con Rusia. En la pieza se habla también de los vínculos con los ultras alemanes e italianos.
La investigación habla de “conexiones con personas de nacionalidad rusa, alemana e italiana, cargos diplomáticos, servicios secretos y partidos de extrema derecha”. La sombra de la extrema derecha ya sobrevoló el espacio independentista durante el procés. El propio Puigdemont mantuvo contactos con algunos de sus líderes.
Esta vinculación choca con el supuesto espíritu progresista que se arrogaba el movimiento independentista, y en especial Junts y Carles Puigdemont. Este siempre ha mantenido una retórica europeísta, de defensa de la democracia y los derechos humanos. Pero hubo un tiempo en el que no le hacía ascos a la “extrema derecha”.
Puigdemont y las extremas derechas alemana e italiana
En marzo de 2018, Bernd Lucke, cofundador del partido ultra alemán Alternative für Deutschland, visitó a Puigdemont en la cárcel después de ser detenido. El expresident no sólo aceptó verle, sino que además oyó su sugerencia para salir cuanto antes a la calle. Por su lado, el líder alemán se solidarizó con él y cargó contra las autoridades alemanas y europeas por su detención.
Más recientemente, en octubre de 2021, el expresident se reunió en Bruselas con Roberto Ciambetti. Además de presidente del Consejo Regional de Venecia, es miembro de la Liga Norte, el partido de extrema derecha que dirige Matteo Salvini. La Lega Norte siempre tuvo una gran admiración hacia el separatismo catalán.
El propio Salvini posó con una estelada y una camiseta con la estelada y la ikurriña, y con el mensaje ‘Catalunya y Euskal Herria Independencia’. Su partido defiende también la independencia del norte de Italia, que ven como el motor económico del país lastrado por los territorios del sur. Un calco del discurso histórico del nacionalismo catalán.
Apoyo de la ultraderecha belga
El partido de Matteo Salvini formaba parte entonces del Movimiento por una Europa de las Naciones y la Libertad. En ella se encuadraban partidos de ultraderecha y secesionistas como el belga Vlaams Belang. Curiosamente, este partido derechista y abiertamente racista también apoyaba la causa del expresident.
En las últimas elecciones al parlamento europeo, el grupo de partidos ultras pasó a llamarse Identidad y Democracia. Este es el nombre con el que concurrirán en las elecciones de 2024 partidos como el mismo Salvini, Le Pen o Geert Wilders. Las expectativas de éxito ha generado una oleada de pánico en la izquierda europea.
El propio Carles Puigdemont se ha servido de una retórica buenista, llamando fascistas a Vox, partido hermano en España de Alternative für Deutschland. O sumándose al cordón sanitario contra Sílvia Orriols en Ripoll. Conviene recordar que el líder procesista no siempre tuvo los mismos reparos al flirtear con la ultraderecha.
Más noticias: