Crónica de una tarde en una carpa de Aliança Catalana mientras recogían avales
Todo apunta a que la formación de Sílvia Orriols conseguirá las firmas necesarias para poder presentarse en las cuatro provincias en las próximas elecciones catalanas del 12 de mayo
Dicen que el ‘fenómeno Sílvia Orriols’ es cosa de Twitter y las redes sociales. Y, en parte, es así. Pero, solo un poco. Solo hace falta estar una tarde en una carpa de Aliança Catalana para darse cuenta.
Este martes, el partido de la alcaldesa de Ripoll montó una mesa en la céntrica plaza del Mercadal de Reus para recoger avales y poder así presentarse a las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo.
Reus, para entendernos, no sería precisamente un potencial feudo de Aliança Catalana. Se trata de una ciudad históricamente socialista, con un gobierno tripartito de izquierdas en casi todas las legislaturas desde la transición.
Allí se plantaron dos militantes de Aliança Catalana. De pie, con sus libretas. Ni una mesa, ni una bandera, ni nada que les identificara. Es lo que tiene una formación en construcción: pocos recursos, mucho voluntarismo y poco más.
Aún así, el goteo de gente fue constante: “¿Sois de Aliança Catalana?”, “¿Es aquí para firmar por el partido de Orriols?”, “He visto en Twitter que estábais aquí recogiendo firmas”. Ciudadanos de todas las edades se animaban a dar su aval para que AC se pueda presentar a las elecciones del 12-M.
Abundaban, sobre todo, personas a partir de los 55-60 años. También jóvenes de entre 20 y 30. Tanto hombres como mujeres. Algunos de ellos confesaron ser históricos simpatizantes de Convergència.
Mientras hablaba con uno de los militantes, llega por fin la mesa y la bandera del partido, casi una hora después de empezar la recogida de avales. Pero daba igual. La gente ya los buscaba igualmente para interesarse por la formación de Sílvia Orriols, darles ánimos y, evidentemente, firmar.
En menos de dos horas, casi un centenar de firmas. En la provincia de Tarragona se necesitan algo más de 500 avales para poder presentarse. Ya tienen casi 800. La candidatura de Aliança Catalana en la demarcación será una realidad.
Me cuentan que en Gerona y Lérida también tienen seguro poder presentarse. Y que solo falta un último empujón por Barcelona. Además, lo que viví este martes en Reus es lo mismo que ha pasado en muchas otras localidades. No grandes aglomeraciones, pero sí una constante de gente firmando por Aliança Catalana.
Algo realmente sorprendente, dada la criminalización por parte de la prensa afín al régimen, el cordón sanitario mediático que sufren y los ataques recurrentes de sus opositores políticos. Yo soy de los que piensan que lo que pasa en Twitter no tiene por qué ser un reflejo de la realidad. Pero la sensación que me queda es que lo que está pasando con Aliança Catalana y Sílvia Orriols ya ha dejado de ser simplemente una burbuja de las redes sociales.
El boca-oreja parece que les está funcionando. Muchos de los que se acercaban a dar su aval no tenían demasiada pinta de ser usuarios recurrentes de Twitter (algunos sí, lógicamente), dada su edad. Más bien parecía que habían oído hablar de Sílvia Orriols en conversaciones con familiares y entorno.
No sé qué pasará el 12-M, pero tras lo vivido este martes (que también se ha podido ver en otras recogidas de firmas de la formación de Sílvia Orriols), si me tuviera que dejar el dinero en alguna apuesta, sería no solo por la entrada de Aliança al Parlament, sino por convertirse en la gran sorpresa de estas elecciones. Antes, pero, tienen que terminar la faena en Barcelona y poder asegurar su participación en las cuatro provincias catalanas.
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