Un grupo de personas posando frente a un cartel verde que dice "11S" y "Fem + Curt El Camí".
POLÍTICA

Críticas a Òmnium Cultural y la ANC por querer excluir a Aliança Catalana de la Diada

El procesismo no abandona las dinámicas de la última década: y el independentismo más desmovilizado que nunca

Las principales entidades del independentismo catalán han anunciado que Aliança Catalana no será bienvenida en la manifestación de la Diada del 11 de septiembre. Esta decisión ha generado un intenso debate en el seno del soberanismo. La exclusión, basada en un supuesto incumplimiento de principios democráticos y de derechos humanos, ha sido impulsada por la ANC y Òmnium Cultural, con el apoyo de otras organizaciones procesistas.

La convocatoria de la Diada de este año tendrá lugar de forma descentralizada en tres ciudades: Barcelona, Girona y Tortosa. Con el lema «Más que nunca. Independencia», los organizadores buscan reforzar la (escasa) movilización social. Sin embargo, esta edición introduce un nuevo criterio de participación. Las entidades convocantes han señalado que solo serán bienvenidos los actores políticos que compartan “valores democráticos” y “respeto por los derechos humanos”.

El presidente de la ANC, Lluís Llach, ha afirmado públicamente que Aliança Catalana vulnera esos derechos, lo cual, en sus palabras, contradice la moral democrática que debe regir el movimiento. Por su parte, el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha defendido que la Diada debe ser un espacio plural y sin discursos excluyentes. Ambos líderes coinciden en que Aliança Catalana no representa el modelo de independentismo inclusivo que promueven.

Un grupo de personas se encuentra reunido en un espacio público, algunas de ellas portando banderas y otras tomando fotos, mientras un hombre toca la gaita y varios voluntarios con chalecos verdes están presentes.

Críticas al procesismo

Esta postura ha sido duramente criticada en redes sociales por sectores independentistas que consideran que se está fraccionando el movimiento. Numerosos usuarios han denunciado que esta exclusión evidencia la desconexión de entidades como Òmnium y la ANC respecto a las nuevas realidades sociopolíticas del independentismo. En palabras de algunos internautas, “la Diada es para todos los independentistas, sean del partido que sean”.

Las reacciones reflejan una creciente división dentro del independentismo catalán. Varios comentarios han acusado a la ANC y Òmnium de actuar como una élite que se arroga la potestad de decidir quién puede participar. Otros han criticado que estas organizaciones no estén sabiendo adaptarse al auge de formaciones como Aliança Catalana, que ha ganado apoyo significativo.

La exclusión marca un cambio respecto al año anterior, cuando la ANC no fue tan tajante con su postura. Entonces, Lluís Llach llegó a decir que “todo el mundo sería bienvenido”, aunque expresó su desagrado con el estilo político de Aliança Catalana. Sin embargo, en 2024, el mensaje ha sido claro: no habrá espacio para quienes, según los organizadores, promuevan mensajes xenófobos o excluyentes.

Otro fracaso en el horizonte

Este episodio confirma el nuevo escenario que vive el independentismo catalán. La emergencia de partidos como Aliança Catalana, con propuestas y discursos alternativos al procesismo tradicional, está reconfigurando los equilibrios internos. Por el momento, estos equilibrios no son en beneficio de la famosa "unidad independentista".

Con todo, la Diada de este año se perfila como otro fracaso al calor del fin de la mayoría independentista en el Parlament. Basta analizar los datos sociológicos de apoyo al nacionalismo para comprobar que, ahora mismo, es un proyecto en decadencia. Mientras tanto, ANC y Òmnium no dudan en apostar por el pasado.

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