El cartel de la Diada del 11-S desata las críticas más salvajes
ERC vuelve a salir trasquilada
Desde la instalación de los gobiernos de PP y Vox en Comunidad Valenciana y Baleares, la lengua se ha convertido en una obsesión para el gobierno catalán. El cartel de la Diada del 11-S de este año va precisamente sobre eso. Pero apenas anunciado han empezado a llover las críticas por todas partes.
El cartel representa la bandera catalana, con un fondo amarillo y cuatro franjas rojas en vertical. Cada una de estas franjas es la palabra “rojo” en los cuatro dialectos de los Països Catalans (roig, vermell, grana, carmesí). “Una llengua, molts accents”, pone debajo.
Pronto han salido comentarios como “grana y carmesí no son sinónimos de rojo” o “no son acentos sino dialectos”. Una oportunidad más para cargar de nuevo contra el gobierno en minoría de ERC, cada vez más contra las cuerdas. Queda claro que esta no será una Diada fácil para los de Pere Aragonès.
Críticas salvajes al cartel del 11-S
La mayoría de las críticas provienen de los propios sectores independentistas. Afirman que es “un diseño horrible”, que “fomentáis la ignorancia” y que “es de un mal gusto a la altura de vuestra incompetencia”. También les acusan de gastarse “el dinero de todos” en “propaganda absurda”.
Los independentistas le piden al Govern de Pere Aragonès que “deje de hacer el ridículo”. Piden directamente la dimisión de Oriol Junqueras y del President de la Generalitat, y critican que sea el cartel de un gobierno autonomista. "Estáis destruyendo Cataluña", les dicen.
Entre el independentismo cunde la idea de que el cartel apenas parece la bandera catalana y que además contiene errores de bulto. Además, el Govern ha puesto en marcha una aplicación para escribir las palabras que el usuario quiera. Como era de prever, ha dado lugar a toda clase de memes.
Tensión y división
El polémico cartel irrumpe en un contexto ya de por sí complicado, dada la tensión y la división que rodea la Diada del 11-S. El independentismo radical quiere plantear la jornada como una muestra de rechazo a los partidos procesistas. Les acusan de traicionar el espíritu del 1-O con las negociaciones en Madrid.
De hecho, el Govern aún no ha confirmado la presencia del President Pere Aragonès en la manifestación. El año pasado no asistió, y este año ERC quiere evitar el bochorno de un más que posible abucheo de los manifestantes. Lo del cartel es solo un aperitivo de lo que le espera.
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