El día de la marmota en Cataluña: 3 congresos para cambiarlo todo sin que cambie nada
Junts, ERC y Comuns siguen en el mismo sitio pese a las pretensiones de renovación y regeneración
Las elecciones autonómicas del 12 de mayo marcaron un punto de inflexión en la política catalana. Los resultados obligaron a algunos partidos a adelantar sus congresos para impulsar una renovación que relanzara sus proyectos. Los congresos de Junts, ERC y Comuns levantaron mucha expectación, pero han resultado ser otro fiasco.
Pese a reconocer la necesidad de nuevos liderazgos con nuevas estrategias, no ha cambiado nada. Los congresos de renovación han sido un instrumento más en manos de las direcciones de esos partidos para consolidar su posición. Sobre todo en el caso de Junts y ERC.
La realidad es que diez años después del inicio del Procés, y pese a constatarse su fracaso, sus dos grandes líderes siguen al frente y con más poder que nunca. Puigdemont y Junqueras han querido trasladar la imagen de renovación pero todo sigue igual. Mientras, los partidos procesistas siguen perdiendo apoyos.
En cuanto a los Comunes, prometieron nuevos liderazgos y al final solo ha habido cambios estéticos. Otra constante en estos congresos ha sido la falta de democracia interna. Sobre todo Junts y Comuns, donde se presentó una sola lista y se rechazaron la mayoría de enmiendas.
Junqueras y Puigdemont: vuelta a la casilla de salida
Tras los congresos de Junts y ERC se confirma que vuelev la guerra Puigdemont-Junqueras por la hegemonía del independentismo. Uno y otro habían sido identificados por las bases soberanistas como culpables de la traición al 1-O. Pero los dos siguen controlando el aparato orgánico con el que han maniobrado para consolidarse en el poder sin contrapesos.
Puigdemont ha vuelto a la presidencia de Junts pese a haber perdido casi todo el poder territorial y la Generalitat. De paso se ha cargado a los sectores que le hacían sombra, como el de Laura Borràs. Ha anunciado el inicio de una nueva etapa hacia la independencia, aunque sigue apoyando a Pedro Sánchez en Madrid.
Junqueras ha sido reelegido presidente de ERC pese a haber llevado la formación a una crisis sin precedentes. Por el camino se ha librado del peso del viejo aparato del partido representado por Marta Rovira. Propone una nueva hoja de ruta hacia la independencia, aunque sin claras intenciones de romper con el PSC.
Las estructuras del procesismo siguen intactas y esto nos devuelve a la casilla de salida de hace diez años. Eso sí, sin la fuerza para iniciar un nuevo proceso de ruptura y con la urgencia de salvar dos proyectos cada vez más a la deriva.
Los Comuns, a la espera de que vuelva Colau
Una de las formaciones más castigadas en las últimas elecciones han sido los Comuns. Su desgaste llevó a Jéssica Albiach a proclamar la necesidad de un cambio de liderazgos. En el congreso se eligió a la dirección en una lista único donde repiten el 43% de la ejectiva.
Pero el único gran cambio es la marcha de Ada Colau. Y por una decisión personal que parece más un paso al lado que un adiós definitivo. De hecho, la sensación es que los Comuns han aplazado su regeneración a la espera de que vuelva Ada Colau para liderar las municipales de 2027.
Jéssica Albiach ya no es coordinadora nacional pero sigue ostentando la portavocía del grupo parlamentario junto a David Cid. Otros pesos pesados como Aina Vidal, Ernest Urtasun y Gerardo Pisarello siguen en su sitio pero con otros roles. Y en el congreso tampoco se ofreció ningún cambio estratégica para recuperar la confianza de sus votantes.
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