VÍDEO: La comparación entre Barcelona y Madrid que lleva miles de visitas en X

Barcelona fue durante muchos años un polo de modernidad y progreso que le permitía mirar a los ojos, incluso por encima del hombro, a la capital, Madrid. Pero Barcelona ha sufrido especialmente el proceso de degradación experimentado por Cataluña en los últimos años, como resultados de las políticas de izquierdas. Una evolución opuesta a la de Madrid, que bajo el gobierno liberal-conservador de Isabel Díaz Ayuso ha conseguido convertirse en un modelo de atracción de la riqueza.

La seguridad y la limpieza son un indicador de primera magnitud para medir el estado de progreso o degradación de una ciudad. Basta con salir a la calle y pasearse por un sitio para hacerse una idea de su grado de desarrollo. 

Esto es lo que ha hecho el director y productor Víctor Riverola, que suele denunciar a través de su cuenta de X la degradación que sufren Barcelona y Cataluña. Esta vez ha aprovechado su visita en Madrid para comparar a la capital con Madrid. La comparación, plasmada en un vídeo de poco más de un minuto, lleva ya miles de visitas.

'Barcelona da pena y Madrid da buen rollo'

Víctor pone en valor que “no es solo la limpieza y la seguridad” sino que “Madrid conserva su identidad” con muchos restaurantes de cocina local. “Ya sabéis que amo mucho Barcelona, pero Madrid está muy limpio y me he sentido muy a gusto con la gente”, explica durante el vídeo. Habla por ejemplo del tráfico, de que hay menos bicicleta y repartidores, que la gente conduce mejor y que está más limpio.

Se ha dirigido al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y al Presidente de la Generalitat, Salvador Illa: “Haced alguna cosa para recuperar la identidad y la imagen de nuestra ciudad. Que Barcelona da pena y Madrid me da buen rollo”.

Aunque hay catalanes disgustados con la comparación, que siempre resulta odios, muchos otros coinciden en que Madrid es más segura y tranquila que Barcelona. El vídeo quiere ser más que una comparación, una reflexión sobre la necesidad de que la ciudad condal recupere su brillo. Un brillo que ha perdido por la delincuencia, la suciedad y el abandono, especialmente en los distritos centrales.