Tras las catalanas, las europeas del 9 de junio: cómo llegan los partidos
El PSOE confía en el efecto Illa para acercarse al PP mientras el independentismo se teme lo peor
La resaca de las elecciones catalanas ha dejado múltiples análisis sobre un panorama complejo y un futuro de lo más incierto. El PSC de Salvador Illa ha conseguido un resultado histórico, pero ahora se abre un proceso de negociación que será largo y complicado. Sin alianzas plausibles a la vista no se descarta una repetición electoral en octubre, pero antes los partidos tienen otra cita electoral importante.
El 24 de mayo empieza la campaña electoral de las elecciones europeas que se celebrarán el 9 de junio. Las últimas encuestas señalaban una clara ventaja del PP sobre los socialistas, pero el PSOE sale reforzado tras la clara victoria en Cataluña. Aun así el PP también ha obtenido un buen resultado que tratará de rentabilizar, mientras que en Vox crece el optimismo y el pesimismo se instala en partidos como ERC, la CUP y Sumar.
Las últimas encuestas daban al PP una ventaja de siete puntos sobre el PSOE, y a Vox en tercera posición con dos puntos de ventaja sobre sumar. Los sondeos no eran hasta ahora muy halagüeños para los partidos independentistas catalanes. Junts podría perder dos de los tres escaños que tiene ahora en el parlamento europeo, mientras que ERC corre el riesgo de lastrar a la coalición con el BNG y Bildu y quedarse sin eurodiputado.
El PSOE confía en la remontada
El PSOE ganó las elecciones europeas del 2019 con el 32% de los votos, doce puntos más que el PP, y 20 eurodiputados. Ahora las encuestas señalan un cambio de tendencia, con el PP disparado en torno al 35% y un PSOE en la frontera del 28%. La estrategia de Pedro Sánchez de amagar con su dimisión ha funcionado en Cataluña, concentrando el voto progresista para frenar el auge de la derecha.
En el PSOE confían en poder exprimir el efecto Sánchez en la campaña de las europeas para obtener un buen resultado y calmar las aguas de la legislatura. Si Illa consigue ser presidente en Cataluña y el PSOE obtiene unos resultados aceptables en Europa, el runrún de las elecciones anticipadas desaparecerá. Pero si el procesismo bloquea a Illa y se une la repetición electoral en Cataluña con un batacazo en las europeas, el futuro del Gobierno de Pedro Sánchez seguirá en el aire unos meses más.
El PP quiere aprovechar el subidón
La victoria aplastante del PSC es un inconveniente para Feijóo, pero el PP ha sido el partido que más ha crecido en Cataluña. Los populares confían en mantener la tendencia alcista de las elecciones gallegas y catalanas, y ampliar la distancia que ya le sacan al PSOE en los sondeos. Además, las elecciones europeas ofrecen un marco inigualable para esgrimir los temas que le han funcionado al PPC en la campaña catalana, como la inmigración, la seguridad y la crisis económica.
Además, el PP presenta en estas elecciones a Dolors Montserrat, que además de tener experiencia en el parlamento europeo, viene de dirigir la exitosa campaña de Alejandro Fernández. Montserrat lideró también la ofensiva contra la inmersión lingüística en Europa. Pese a pertenecer al sector afín a Feijóo, esto le permitirá marcar un perfil duro de oposición al independentismo para rivalizar con Vox.
Vox, de la resistencia a la ofensiva
Vox sacó en las pasadas elecciones europeas solo 3 diputados, y quedó por detrás de Ciudadanos y Podemos. Sin embargo, ahora tienen a favor el contexto de auge de la derecha generalizado y quieren aprovechar los buenos resultados en Cataluña para ofrecer una campaña de esperanza a los españoles. La crisis migratoria europea, la inseguridad y la impugnación de la Agenda 2030 centrarán la campaña de Vox.
Es cierto que el PP ha superado a Vox en votos y en escaños en las elecciones catalanas, pero Vox ha crecido en votos y no ha perdido diputados como señalaban mucho. Esto les permite presentarse como el partido de la resistencia en Cataluña y relanzar sus expectativas electorales en Europa. El bloque de los identitarios donde se encuentra Vox presenta además unas grandes perspectivas de crecimiento, con un planteamiento más soberanista y menos europeísta que por ejemplo el del PP.
El procesismo tiembla
El partido de Carles Puigdemont tiene razones para el optimismo. Tras varios meses de zozobra en los que parecía que podía desplomarse en las encuestas, finalmente ha conseguido mantener el tipo y consolidar una meritoria segunda plaza. Un chute de energía para la cita electoral europea, en la que los de Puigdemont tienen depositadas todas sus esperanzas para la internacionalización del conflicto catalán.
Peores expectativas tiene ERC, que acumula ya tres fracasos electorales (municipales 28-M, generales 23-J y autonómicas 12-M). Las elecciones europeas pueden acabar de cavar la tumba de los republicanos, que podrían incluso quedarse sin representante en Europa. Todo, en plena recomposición del partido y con la cúpula encabezada por Oriol Junqueras y Marta Rovira más cuestionada que nunca.
Más problemas para Sumar
Una situación parecida es la que vive Sumar, a quien la polarización del voto izquierdista en el PSOE ha vuelto a pasarle factura en las catalanas. Los Comunes han perdido dos diputados y un buen puñado de votos, tras sendos fracasos en las elecciones gallegas y vascas. Una nueva derrota en las europeas cuestionaría un poco más el liderazgo de Yolanda Díaz, más aún en función de como le vaya a Podemos con la candidata Irene Montero.
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