Colectivos islámicos se alían con la izquierda catalana contra Najat El Hachmi
Han enviado una carta al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni
La escritora catalana de origen marroquí Najat El Hachmi lleva semanas en el foco de la izquierda radical. Su elección como pregonera de las Fiestas de La Mercè en Barcelona desató una campaña contra ella. La acusan de islamófoba y tránsfoba por sus opiniones contra la opresión de la mujer en el islam y la desprotección de los menores en Ley Trans.
Najat El Hachmi pronunció el pregón de las fiestas barcelonesas el 22 de septiembre. “No me pidáis que mire hacia otro lado, ya basta de sacrificar las vidas de las niñas y las mujeres en nombre de no sé qué entendimiento de civilizaciones y culturas” afirmó.
A raíz de su defensa de la libertad de las mujeres, tres de las principales asociaciones islámicas de Cataluña han enviado una carta al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Acusan a El Hachmi de “difamar y herir los sentimientos religiosos de los musulmanes”.
Comunidades musulmanas contra Najat El Hachmi
Una de las entidades que firman la carta es Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña. Se trata de la asociación musulmana más numerosa, integrada sobre todo por marroquís. Junto a ella, firman también la asociación de paquistaníes PAK Federación de España y la Federación Consell Islàmic de Cataluña.
Protestan por lo que consideran “ataques feroces contra la cultura marroquí y paquistaní” que identifican a muchos barceloneses. “Desde el respeto a la libertad de expresión y opinión”, señalan “referencias alarmistas y prejuicios contra las familias musulmanas” en el discurso de la pregonera.
Critican “la difamación y la generalización infundada sobre realidades que no la escritora no puede corroborar con datos científicos y estadísticas”. Según el comunicado, el único objetivo de Najat es “herir los sentimientos religiosos de los musulmanes de esta ciudad”. Para ellos es “un ataque a la diversidad cultural y religiosa”.
Inquietudes compartidas ante un pregón histórico
“Nosotros tampoco miramos hacia otro lado cuando se trata de derechos, libertades, injusticias y desigualdades”, afirman las entidades en la misiva. Por eso muestran su “inquietud” y “preocupación” ante la elección de Najat El Hachmi como pregonera. Una inquietud compartida por ONG’s y asociaciones vinculadas a la izquierda.
No obstante, la escritora amplios apoyos por parte del mundo de la política, la cultura y la sociedad. Estas son las frases más destacadas de su histórico pregón:
- No os creáis a los autoproclamados portavoces de las inventadas comunidades: los inmigrantes y sus hijos lo que queremos no son ni ferias de la diversidad ni reconocimiento de nuestra singularidad, no hemos venido aquí a ser pastillas de caldo que enriquecen la sustancia principal del plato. Lo que queremos es vivir con los mismos derechos que el resto de ciudadanos, tener garantizada la dignidad mínima para sentirnos parte de la especie humana y en casa ya veremos si hacemos cuscús o paella, 'tall rodó' o 'tajin'. Porque aspiramos a ser ciudadanos y no pueblo o tribu o comunidad o creyentes o identidad".
A día de hoy y aquí mismo hay muchas chicas que se ven obligadas a hacer la elección más dolorosa que se le puede plantear a un ser humano: escoger entre la libertad o la pertenencia, entre ser quien eres y asumir el precio que te harán pagar o someterte para continuar formando parte de tu familia, tu grupo de procedencia. Cuando pienso que hay chicas jóvenes que ya han nacido aquí o han venido de pequeñas que han de pasar por este mal trago tan injusto, ellas que han sido educadas en democracia, viviendo en un país que por suerte tolera cada vez menos el machismo, cuando pienso que ellas han de batallar solas para poder gozar de derechos y libertades que el resto de mujeres ya tienen garantizados siento una rabia que me propulsa hacia la página en blanco, hacia las mesas redondas y las conferencias, hacia cualquier lugar donde pueda decir esta verdad que parece que nadie quiera escuchar.
El sometimiento comienza por cosas pequeñas aparentemente insignificantes. Porque eres mujer no puedes llevar pantalones, por ejemplo, o no puedes ir sola por la calle o no puedes salir de casa sin taparte el cabello. Aunque han pasado muchos años desde que yo puedo ir por esta ciudad vestida com me da la gana, no olvido nunca el precio que me ha costado poderlo hacer. Ahora mismo, hay muchas chicas para las que Barcelona es el lugar donde han podido caminar por primera vez con la cabeza descubierta. Diría que hay un turismo importante de jóvenes que, cuando llegan, guardan el trozo de tela en el bolso y se sueltan el cabello y no se pueden creer que no pase absolutamente nada, que el mundo no se acabe.
¿Os incomoda que os explique que hay niñas en esta ciudad que no pueden aprender a nadar ni a ir de excursión? ¿Que crecen creyendo que solo serán valiosas si se tapan? ¿Os molesta que os diga que hay adolescentes preocupadas por su virginidad, mujeres jóvenes que quieren a personas prohibidas con culpa y pagando el precio del destierro familiar? No os gusta que os diga que hay mujeres que se esfuerzan por presentar el certificado de buena conducta vistiéndose de manera decente (lo que ahora llaman “modest fashion”) para poder tener derecho a salir de casa? ¿Que hay chicas terriblemente asustadas ante la posibilidad que las lleven a Marruecos o a Pakistán y las casen con aquel primo que necesita papeles? ¿Os incomoda todo eso? Pues imaginaos cómo les incomoda a ellas.
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