Clara Ponsatí tritura a Carles Puigdemont
La exconsejera anuncia que deja la política con su artículo más duro contra el expresident
Clara Ponsatí, exconsejera de Educación en Cataluña y durante muchos años compañera de viaje de Carles Puigdemont, ha anunciado que deja la política. Lo ha hecho en un largo artículo en el portal Vilaweb, donde ha vuelto a sacar el mazo contra el expresidente catalán y su entramado en el “exilio”. El título es toda una declaración de intenciones: "Hora de ajustar cuentas".
La dureza de sus palabras supera incluso aquella célebre intervención en Bruselas el año pasado, cuando rompió definitivamente con Puigdemont. Luego se lanzó a la aventura de fundar un partido, Alhora, que nació muerto. Su adiós de la política, sin un ápice de autocrítca, resume perfectamente el declive del Procés y de sus dirigentes. Pero también retrata -una vez más- a un Carles Puigdemont cada vez más aislado y acorralado.
'Me engañaron'
Clara Ponsatí no se muerde la lengua a la hora de decir que “me engañaron” cuando hace siete años recibió una llamada para ser consejera en el gobierno de Puigdemont. “Entendí que se me pedía un paso al frente para hacer el referéndum y la independencia”, lamenta. Y acusa al gobierno catalán de entonces de pedirle que abriera los colegios mientras los discursos en los medios y la solemnidad institucional contrastaba con “la realidad de pacotilla, la indefinición y la ausencia de movimientos preparativos” del ejecutivo.
Lo que traslada Ponsatí es que ya entonces muchos intuían que todo era una patraña, pero nadie se atrevía a decirlo en aquellos momentos de euforia colectiva. La única autocrítica que ella hace es no haber hablado mucho antes: “Lo he pagado muy caro personalmente y sin un beneficio claro para el país”, lamenta.
Ponsatí también responde a la pregunta de por qué, si sabía que había sido engañada, aceptó sunrise a Puigdemont en el exilio e incluso ser eurodiputada de Junts. Dice que lo hizo porque creía haberse ganado el derecho a ser escuchada. Y porque confiaba en que “la batalla política y judicial en el corazón de Europa nos permitiría conseguir pequeñas victorias”.
Sin piedad contra Puigdemont
Sorprende la dureza con la que habla, por ejemplo, del Consell de la República, el gobierno paralelo creado por Carles Puigdemont. Dice que allí “tratan a la gente como ganado” y que “la discrepancia expresada privadamente de buena fe es ignorada, lo cual te obliga a subir el tono, y entonces es menospreciada”. Les acusa directamente de “malgastar el esfuerzo y el compromiso de incontables activistas”.
Reconoce que se sentía “humillada” al defenderse de las críticas de los ciudadanos “para acabar viendo como la realidad era aún peor que los peores advertimientos”.
Denuncia que tras su ruptura con Carles Puigdemont en julio de 2023 recibió “ostracismo y mobbing”, porque “la política catalana está llena de cobardes”. Dice que “te van excluyendo de la vida política primer y del contacto social después”. Es más, dice que “nuestra política genera adhesiones mesiánica a dirigentes mediocres y autoritarios que saben manipular la prensa subvencionada pero no saben resolver los mínimos problemas de discrepancia”.
'Tienen que irse todos'
Clara Ponsatí acusa a los dirigentes del Procés de “mandar a los jóvenes a enfrentarse con la policía mientras ellos se quedaban en casa”. Por todo esto, hace un alegato final.
“Los que mandaban en 2017 tienen la tentación de seguir manejando el cotarro, y ocupan un espacio que solo pueden envilecer con sus batallas políticas personales”, afirma. Por eso les acusa de “corromper” la nueva generación les siguen en los partidos, y afirma de forma tajante que “tienen que irse todos”. En definitiva, un artículo con poca autocrítica más que el reconocimiento de haber sido "engañada", pero a la vez un poderoso testimonio de como operan los dirigentes procesistas.
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