Primer plano del líder de Ciudadanos Carlos Carrizosa
POLÍTICA

Ciudadanos ha vuelto

Los naranjas dan un paso al frente tras el pacto Sánchez-Puigdemont

Ciutadans nació en 2006 en Barcelona como bastión del frente constitucionalista frente a la “imposición” del nacionalismo catalán. En 2017, en plena efervescencia del procés, la formación de Albert Rivera e Inés Arrimadas hizo historia al ganar las elecciones en Cataluña. Después iniciaron un rápido período de descomposición que les ha llevado a la irrelevancia política.

Ahora, la reactivación del procés en plenas negociaciones por la investidura de Pedro Sánchez les ha dado una nueva vida. El partido ha dado un paso al frente para frenar las concesiones del PSOE a los independentistas.  

La delegación europea de Ciudadanos ha enviado una carta a los estados miembros de la Unión Europea. En ella advierte de que el catalán, el euskera y el gallego no son lenguas oficiales en España. La formación naranja recupera así las señas de identidad que le convirtieron tiempo atrás en primera fuerza en Cataluña.

Carta sobre las lenguas

El Gobierno español propuso el pasado jueves al Consejo de la UE la inclusión del catalán, el vasco y el gallego como lenguas oficiales de la Unión. Frente a eso, Ciudadanos advierte de que no son lenguas oficiales y por lo tanto no se puede elevar su estatus en Europa. La formación denuncia el uso de las instituciones europeas y las lenguas por un interés político.

El portavoz de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Adrián Vázquez, durante una rueda de prensa tras la primera reunión del Comité Permanente

Ciudadanos muestra su “preocupación” ante una propuesta “contraria al reglamento” europeo. “Es esencial subrayar”, afirma el comunicado, “que la Constitución Española reconoce la cooficialidad de varias lenguas habladas regionalmente dentro de sus territorios, al tiempo que designa el español como única lengua oficial a nivel nacional”. Por lo tanto, considera que “España no cumple los criterios de un Estado miembro con varias lenguas oficiales” como marca el artículo 8 del Reglamento.

Según Cs, para el reconocimiento de la oficialidad del catalán en la UE, el Gobierno español tiene que elevar primero su oficialidad en España. Y para hacerlo, “le corresponde iniciar un proceso de enmienda constitucional”. Para lo cual, advierte, “necesita reunir el consenso político necesario en el Congreso que hasta la fecha no existe”.

Cs pone más razones encima de la mesa

Además de una cuestión puramente formal, Cs pone el acento en el despilfarro económico. “Una modificación del Reglamento vigente podría dar lugar a un aumento de los costes de traducción e interpretación. En la actualidad, los servicios lingüísticos y de interpretación ya suponen un gasto anual de unos 1.000 millones de euros”, dice el comunicado.

Por eso consideran que “la introducción de tres nuevas lenguas oficiales aumentará la carga financiera”. Algo que, según el comunicado, pondría en jaque “la asignación prudente de recursos para abordar los retos históricos a los que se enfrenta nuestra Unión”.

Finalmente, Cs advierte de que esta petición se enmarca en las negociaciones del PSOE con los separatistas catalanes para formar gobierno. Por eso pide al Consejo europeo “que se abstenga de convertirse en una plataforma para deliberar sobre asuntos intrínsecos a la política interna española”. Con esta carta, Cs recupera la iniciativa en la oposición al nacionalismo catalán.

Ciudadanos, en recomposición

El declive de Ciudadanos cedió el protagonismo de la oposición al procesismo en Cataluña al PSC y el PP. Pero la formación naranja aún no ha dicho la última palabra. Dirigentes como Carlos Carrizosa y Anna Grau están dispuestos a dar la batalla para volver a convertirse en referente del frente constitucional.

Como ya avanzamos en este medio, el partido cuenta aún con una generosa suma de dinero en el banco para afrontar los próximos retos electorales. En el horizonte están las europeas y las próximas autonómicas catalanas.

En la dirección del partido en Cataluña están convencidos de que el papel de Cs es más necesario que nunca. La carta a los estados miembros de la UE es el primer paso para volver a tomar protagonismo en la defensa del constitucionalismo en Cataluña. Un terreno en el que los naranjas se mueven como pocos.

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