El chantaje se apodera de Junts: hasta Jordi Turull amenaza en dimitir
La ejecutiva de Junts más tensa de la historia acaba con una expulsión, varios amagos de dimisión y una amenaza de la actual presidenta Laura Borràs
Lo podríamos titular como la crónica de una división anunciada. Las dos almas de Junts per Catalunya ya han chocado, el mal rollo es público y ahora toca esperar a los acontecimientos. Y no solo eso, la habitual práctica de los de Puigdemont de amagar con votos contrarios, dimisiones y rupturas se ha impuesto también el debate interno, donde todos amagan con dimitir. Y, espérense, que como apunta el periodista Joan Guirado, lo que suceda este martes en el Congreso podría tensionar aún más a los juntaires.
Este lunes 29 de enero la dirección de Junts per Catalunya ser reunió con un principal punto encima de la mesa: la expulsión de Cristina Casol del grupo parlamentario y, a la práctica, del partido. Debemos imaginarnos una mesa larga, con Jordi Turull a un lado y Laura Borràs al otro. El primero, secretario general de la formación, liderando el sector que pedía la expulsión de Casol. Borràs, presidenta de Junts, amenazando con consecuencias si esto acababa sucediendo.
Lo curioso del caso es que el propio Jordi Turull amenazó con dimitir como secretario general. Lo afirma Fidel Masreal en El Periódico, donde apunta que el dirigente llegó a decir que "antes de coartar el debate, dejo de ser secretario general". Fue su modo de presionar a los pocos indecisos, un estilo que ya conocen en Moncloa desde julio. Hizo lo propio Mònica Sales, portavoz de Junts en el Parlament y próxima a Batet y Turull. Sales admitió que el grupo parlamentario tiene dos almas distintas, cada vez más diferenciadas, y que si se ponía "en entredicho" el grupo parlamentario "la primera que pondrá el cargo a disposición seré yo".
El sector Turull - que es el sector Puigdemont- fue, pues, con todo. O conmigo o con ellos. Y si es con Laura Borràs y los suyos, nos vamos, algo que todos saben que es una cortina de humo más próxima al chantaje emocional que a una amenaza real.
Laura Borràs también lanza amenazas sin decidirse a dar el paso
La reunión de los altos cargos de Junts no solo fue tensa, sino que fue monopolizada por el afer Casol. A nadie se le escapa que tras esta diputada le tocará el turno a Aurora Madaula, que ha denunciado lo mismo y que también será expulsada. El grupo mixto contará con dos diputadas íntimas de Laura Borràs, que intentó evitar el choque, pero sin conseguir nada. Para la aún presidenta, la expulsión de Casol tendrá consecuencias. No quiso revelar cuáles, pero advirtió de que el partido entra ahora en una nueva dimensión.
Eso sí, Laura Borràs no amagó en dimitir, seguramente porque sabe que los otros lo aceptarían rápido. Es de suponer que será el siguiente paso: desmontar primer a sus apoyos en el Parlament para apartarla después en el partido. Ya lo hemos comentado varias veces en e-Notícies, a Borràs le quedan dos opciones: rendirse o presentar batalla.
Varios medios aseguran que las consecuencias que vaticinó la actual presidente serían políticas y judiciales. Veremos si las amenazas y los chantajes en Junts son un farol o van en serio.
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