Plano corto de Pere Aragonès, de perfil y con rostro sonriente, en una comparecencia como presidente de la Generalitat de Cataluña
POLÍTICA

Cataluña, la segunda comunidad que menos gasta en Educación y Sanidad

¿Seguro que el nuestro es 'un país per les persones'?

Lo contaba el hoy en proceso de rehabilitación motora y de lenguaje Jordi Pujol allá por 1999: A Catalunya, primer les persones. No era un mal lema, porque, con él, el President ganó –en escaños, que no en votos- sus últimas elecciones.

Lo de les persones, que pronto hizo fortuna con formulaciones distintas, acabo siendo uno de aquellos mantras del nacionalismo preprocesista que tan bien funcionaban. El primero fue el Aixequem Catalunya de 1980 y el último, éste de 1999, que nos volvió a visitar en diversas encarnaciones. Una de las más exitosas es aquella frase tantas veces repetida de un país per les persones. Es la misma que ha servido, sirve y servirá para titular cientos de artículos de voluntariosamente patrióticos y paternalistas que tanto gustan en determinados sectores.

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De aquello, sin embargo, queda poco. Y sucede porque los números son tozudos. Hoy, por mucho que la apelación a les persones sea ya casi un clásico del lenguaje administrativo con que la Generalitat intenta fer país también ahora que gobierna ERC, algo chirría.

¿Qué es? Que Catalunya, hoy, es la única CCAA que no iguala hoy el gasto que destinaba a sanidad, educación y servicios sociales en 2009.

Casi diez puntos menos

Lo contaba esta semana un informe tituladoLa inversión social por comunidades. ¿Quién lo edita? La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. El documento recoge, además, datos oficiales. Proceden, en concreto, del Ministerio de Hacienda y del INE.

Y muestran algo que revienta las costuras de determinados discursos: el 67,4% del presupuesto de la Generalitat se destinaba en 2010 a educación, servicios sociales y sanidad. En 2022, último año completo del que hay datos, el gasto en estos tres capítulos representaba el 58,8%.

Seis euros menos

El estudio muestra un dato que, tanto en Junts como en ERC, debe dar cierto repelús. Entre 2010 y 2022, el gasto social por habitante en Catalunya se ha reducido en 6 euros. En Madrid, ha crecido en 168 y en Valencia, Asturias y Navarra; 855, 824 y 830 respectivamente.

Este mes de mayo, copiando de manera inconsciente al Pujol de 1999, ERC se presentaba a las municipales prometiendo construir pueblos y ciudades de les persones. Ya lo dice el refrán: dime de qué presumes.

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