Una empleada pública atiende a una contribuyente en la oficina de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria
POLÍTICA

Cataluña, por encima de la media española en absentismo laboral

Las bajas continuadas tienen un impacto directo sobre el tejido productivo de Cataluña y su competitividad

Cataluña registra uno de los niveles más elevados de absentismo laboral de España. Los últimos informes sectoriales indican que la comunidad supera en dos décimas la media nacional y se sitúa entre las más afectadas por bajas laborales prolongadas. Según datos recientes, la tasa de absentismo en Cataluña alcanzó el 7,6% en el cuarto trimestre de 2024.

Esta cifra contrasta con la media nacional del 7,4% y supera significativamente el 6,9% registrado en regiones como Madrid o Andalucía. Las diferencias entre comunidades autónomas reflejan una brecha de hasta 2,6 puntos porcentuales. Esto evidencia una disparidad territorial que, además, es sostenida en el tiempo.

Dentro de este fenómeno, las incapacidades temporales por enfermedad común o accidentes no laborales concentran la mayoría de los casos. En Cataluña, tres cuartas partes de las ausencias están directamente vinculadas al estado de salud del trabajador. La consellera de Salud, Olga Pané, ya señaló en su momento que el índice de bajas médicas asciende a 47 por cada 1.000 trabajadores. Esto son 15 puntos más que Madrid.

Personas observan ropa en una tienda de moda, con maniquíes vestidos al frente y percheros llenos de prendas en el fondo.

Un debate político

Este elevado nivel de bajas ha generado debate político e institucional que ha llegado incluso al Parlament. Hace dos meses, por ejemplo, se propuso un sistema de incentivos económicos para que los médicos de los CAP consideraran las recomendaciones de las mutuas laborales al emitir altas médicas. La medida fue retirada poco después, tras críticas que la calificaban de tentativa de privatización encubierta del sistema sanitario público.

Desde el ámbito económico, el impacto del absentismo laboral en Cataluña es significativo. Un informe elaborado por la patronal PIMEC estima que los costes anuales derivados de las incapacidades temporales alcanzan los 2.745 millones de euros, lo que representa un 1,01% del PIB de la comunidad. Además, los trabajadores catalanes acumulan una media de 7,5 horas de baja médica al mes, el doble que hace una década.

En el conjunto del país, el absentismo laboral ha experimentado un repunte sostenido desde la pandemia. En 2018, la tasa rondaba el 5%, mientras que en 2024 se ha consolidado por encima del 7%. Durante el último trimestre del año pasado, se contabilizaron 31 horas de ausencia por trabajador, lo que equivale a que más de 1,2 millones de asalariados no acudieran ningún día a su puesto durante ese periodo.

Trabajadores de la construcción con cascos y chalecos de seguridad ajustan una estructura de madera en una calle urbana rodeada de barreras de seguridad.

Causas y consecuencias

Entre los factores identificados como causa del repunte figuran el envejecimiento de la población activa, el aumento de dolencias de salud mental y deficiencias en la gestión de bajas por parte de la Seguridad Social. La falta de mecanismos eficaces para supervisar y agilizar los procesos de incapacidad temporal ha contribuido a mantener las cifras en niveles elevados. Se trata de otro ejemplo de ineficacia burocrática, que es una constante de la administración catalana.

Por sectores, la industria encabeza la lista de absentismo con una tasa del 8,1%, seguida del sector servicios con un 7,3%. Las actividades sanitarias presentan el mayor porcentaje de ausencias, con un 11,5%, muy por encima del promedio general.

La persistencia de estas cifras genera preocupación en el tejido empresarial catalán. Especialmente en las pequeñas y medianas empresas, que encuentran mayores dificultades para sustituir a los empleados de baja. Todo ello al margen de los crecientes costes laborales que deben afrontar las empresas.

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