La 'Cataluña del NO' que Alejandro Fernández define mejor que nadie en un minuto
El líder del PP retrata la inacción de la Generalitat, su dejadez y su indefinición en los máximos proyectos que tiene ahora mismo Cataluña. Un discurso que ya es viral en redes
"Usted no tiene pinta de revolucionario marchista, es cierto, pero la cultura del no a todo se ha instalado sigilosamente y discretamente en su Govern. La CUP no atraviesa su mejor momento electoral, cierto. Pero ha logrado una victoria moral indiscutible. No póstuma -no hay que dar nunca a nadie por muerto en política- pero sí crepuscular. Porque tras 10 años condicionando las políticas de ERC y de Junts, su cultura del NO a todo se ha impuesto en Cataluña".
Esto es menos de un minuto de la intervención de este miércoles de Alejandro Fernández dirigiéndose a Pere Aragonès en el Parlament de Catalunya. El popular, probablemente el mejor orador de la tribuna catalana, definió la dejadez política de la última década de forma tan sencilla, tan fácil, que nadie puede no estar de acuerdo.
"Nuclear no, pero eólica, tampoco por la contaminación paisajística. Nuclear no, pero solar tampoco porque los parques solares trinxen el territori. Industria no, que contamina, pero turistas tampoco, que no nos gustan. Agricultura extensiva, no, que es de terratenientes. Intensiva, tampoco, que contamina".
Es imposible decirlo mejor. La indefinición de la Generalitat desde el Procés ha llevado Cataluña a un callejón sin salida, a una administración que funciona por inercia y como agencia colocación. No tenemos un modelo de país más allá de discursos vacíos, nos gusta gobernar y a la vez ser oposición. Quedar bien con la izquierda infantil y, a la vez, que otras administraciones nos vean como adultos.
El discurso de Alejandro Fernández siguió: "¿De qué demonios quieren ustedes que se gane la vida la gente? Porque del perroflautismo contemplativo solo podrán vivir los niños de papá. El resto de mortales de algo tendremos que ganarnos la vida, digo yo, señor Aragonès".
La Cataluña del NO, la Cataluña de la nada
Alejandro Fernández acusaba a Pere Aragonès de no hacer nada. Ponía de ejemplos el cuarto cinturón, el aeropuerto del Prat y el Hard Rock. El líder popular apuesta por las tres infraestructuras, y así lo mostró desde el Parlament. El problema actual, sin embargo, va más allá: no es que no se lleven adelante, es que no sabemos hoy día qué piensa nuestro president. "Le he preguntado", decía Alejandro sobre estas cuestiones, "y usted me ha contestado como el año pasado: ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Traducido: no van a hacer nada".
El máximo exponente de esta negativa a todo sin alternativa es, sin lugar a dudas, el actual Govern. El problema es que la deriva procesista arrastró también a Junts, que demostró tanto con Puigdemont como con Torra las mismas debilidades. Cataluña pierde trenes y oportunidades sin saber qué quiere ser de mayor.
Es muy representativo ver como muchos indepes dan la razón en redes a Alejandro. Muchos se muestran contrarios al Hard Rock, pero son conscientes que "el no a todo" ha paralizado Cataluña. Y es una muy buena noticia: la Cataluña monolítica, secuestrada desde la izquierda y el procesismo, se rompe. Es un inicio, los brotes verdes que diría Zapatero, pero necesario para volver a proponer, liderar y cuidar a la gente que aporta, trabaja y emprende.
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