Carles Puigdemont tocándose las gafas en un gesto de reflexión
POLÍTICA

Puigdemont tendría decidido dejar caer a Pedro Sánchez en meses: lo que se sabe

El expresident se siente engañado y cree que ha llegado el momento de agitar la coctelera

El plan de Pedro Sánchez parecía infalible: convencer a Carles Puigdemont para ser investido presidente del Gobierno, aprobar la ley de amnistía y gobernar cómodamente con el apoyo de Junts en una legislatura sin sobresaltos. Pero nada ha salido como Sánchez pensaba, y el retraso en la ley de amnistía y la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat habrían agotado la paciencia de Puigdemont.

Junts ya ha dado los primeros avisos votando en contra de varias leyes imprescindibles para un gobierno sin presupuestos y en la cuerda floja. La reforma de la ley de extranjería, el tope a los alquileres o la senda de déficit son claros ejemplos de ello. Hasta ahora se decía que era simple gesticulación por parte de Junts, pero en los últimos días algo ha cambiado y Puigdemont tendría decidido hacer caer a Sánchez.

Montaje de Pedro Sánchez y Carles Puigdemont

Sobre todo porque Illa ha conseguido en pocas semanas reconstruir un gran espacio de centro que aísla a Junts y lleva al independentismo hacia la derecha radical. Puigdemont no consiguió el efecto deseado con su regreso en agosto y tampoco está acabando de cuajar su giro a la derecha para reorientar el partido. La errática estrategia en la oposición compromete aún más su liderazgo, cada vez es más discutido en Junts.

Elecciones en primavera de 2025

La sensación de todo esto es que Puigdemont ya no es un actor relevante en la política catalana y que Junts ocupa un espacio marginal. En el entorno de Junts confirman que en los últimos días ha madurado en la cabeza de Puigdemont la idea de hacer caer al Gobierno de Pedro Sánchez. Unas elecciones anticipadas en España le brindarían la oportunidad de agitar la coctelera y de paso desestabilizar la política española y -lo más importante- el gobierno de Salvador Illa.

Puigdemont lleva tiempo obsesionado con que Pedro Sánchez le ha tomado el pelo y, fiel a su carácter impulsivo, habría decidido acabar con su gobierno. El expresident no olvida las promesas incumplidas de Sánchez, desde el catalán en Europa y aislar a ERC, hasta la amnistía e incluso el referéndum de autodeterminación. Un año después, ni catalán en Europa, ni amnistía, ni referéndum, y con una ERC apuntalada como socio preferencial del PSOE en el Congreso y del PSC en el Parlament.

Puigdemont ha dicho basta y habría decidido hacer caer el Gobierno de Sánchez antes del verano del año que viene. Según fuentes de Junts citadas por El Triangle, en la cúpula de Junts creen que ha llegado el momento de pasar a la ofensiva. Si rompen la baraja y hacen caer al Gobierno de Sánchez demostrarán que no son como ERC y tendrán una oportunidad de oro para presentar a los catalanes su proyecto alternativo para Cataluña.

Primero el congreso, después elecciones

Carles Puigdemont cree que la situación en Cataluña está por ahora perdida y que Illa lo tiene muy bien para gobernar plácidamente los próximos años. Por eso su estrategia pasa por la desestabilización constante, tanto de la política española como del PSOE/PSC (y por ende también de ERC). Para hacerlo ha establecido un calendario cuya primera fecha es el 25-27 de octubre.

Montaje con Santiago Abascal, Carles Puigdemont y Alberto Núñez Feijóo con una imagen de fondo del Congreso de los Diputados

Ese fin de semana se celebrará en Calella el congreso nacional de Junts, en el que Carles Puigdemont aspira a ser elegido presidente del partido. Esto reforzará su posición y la de sus aliados internos, con Jordi Turull y Josep Rull al frente, para afrontar después la ruptura del Gobierno de Pedro Sánchez. El Congreso servirá también para esclarecer el futuro del sector de Laura Borràs, y sobre todo para aupar a gente nueva y ofrecer una imagen de renovación para la nueva etapa decisiva del partido.

Una vez hecho esto se avanzará hacia la ruptura del Gobierno de Sánchez, que no será tarea fácil. En Junts hablan de “dejar caer” al gobierno, más que de romper, porque tienen claro que no votarán una moción de censura junto a Vox. De hecho, la caída del Gobierno de Pedro Sánchez ofrecerá una ventaja inmediata a Junts pero también un nuevo problema, ya que le obligará a definir su futura estrategia de alianzas con el PP… y Vox.

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